Las proyecciones demográficas apuntan a una caída de más de 20.000 personas a lo largo de la presente década

La crisis poblacional restó a Ourense 1.800 habitantes en el último año

Sociólogos y economistas coinciden en que el problema poblacional es el más grave de la provincia y los datos no contienen ni un indicio de esperanza de que puedan cambiar las tendencias demográficas ourensanas.
El Instituto Nacional de Estadística dio a conocer ayer los datos provisionales de evolución durante el año pasado, que reflejan que la provincia perdió 1.832 habitantes, es decir, un 0,7% de su población. Según este indicador (que estudia la cifra de residentes reales de una provincia, independientemente de donde están empadronados, por lo que no coincide con el censo oficial), Ourense contaba el pasado día 1 de enero con 324.055 habitantes, frente a los 325.887 de la misma fecha de 2010.

Al igual que Ourense, también Lugo perdió población. Al inicio de 2011 cuenta con 339.793 residentes, casi 3.000 menos que al empezar el 2010. Por el contrario, A Coruña ganó habitantes (pasando de 1.123.514 a 1.125.354), al igual que Pontevedra (que pasó de 946.435 a 947.435).

Así, los datos relativos a la evolución durante el año pasado muestran que fallecieron 4.548 personas, el doble de las que nacieron (2.040). Por segundo año consecutivo, se reduce el número de nacimientos (se produjeron 40 menos que en el año 2009), a pesar de que en los años anteriores siempre se había registrado un crecimiento en la natalidad. Aún así, el índice de fecundidad de las ourensanas es el segundo más bajo de España (sólo mejora al de Lugo).

Los datos muestran que Ourense cuenta con 43.430 menores de 20 años, que suponen la mitad de los mayores de 65 (91.403).

El análisis de los movimientos migratorios, por el contrario, no es negativo para Ourense, ya que viene a la provincia más gente de la que se marcha, pero no en suficiente medida como para paliar las graves tendencias poblacionales. En lo que respecta a los intercambios poblacionales con el extranjero, vinieron a Ourense 636 personas más de las que se marcharon, mientras que los movimientos dentro del España reflejan una ganancia de 38 personas. En total, las migraciones supusieron un saldo positivo de 674 personas, insuficientes para compensar la pérdida de 2.508 fallecimientos más que nacimientos.

El análisis por grupos de edad muestra otro dato preocupante: que uno de los colectivos en los que se produce una mayor disminución es el que se encuentra entre los 20 y los 35 años, que al inicio del presente ejercicio sumaban 2.000 personas menos que hace un año. Una circunstancia preocupante porque se trata de población en edad reproductiva, que acude a buscar empleo a otras regiones. Por el contrario, Ourense gana población en edades más avanzadas (más de 50 años), fenómeno relacionado con el retorno de emigrantes.


PROYECCIONES

Las previsiones para los próximos años tampoco son halagüeños. El Instituto Galego de Estatística (IGE) acaba de actualizar las proyecciones de la población estimada de la provincia, que prevén que el 1 de enero de 2015 la cifra de residentes de la provincia haya caído hasta los 313.854 habitantes. Este informe divide la provincia en cuatro zonas y muestra que sólo la ciudad y los municipios de su área ganarían población (pasando de 142.000 a 144.000 habitantes), mientras que el resto de la provincia perdería residentes (particularmente las comarcas de la zona suroriental).

La proyección poblacional avanza datos hasta el año 2020 y refleja que se mantiene esta tendencia. De hecho, reduce el número de ourensanos residentes en la provincia a comienzos de ese año a poco más de 303.000.

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