Los profesionales atribuyen la caída del consumo al ‘miedo’, más que a la pérdida de poder adquisitivo

La crisis reduce el gasto navideño dedicado a cenas, cestas o lotería entre los ourensanos

Sectores que tradicionalmente tenían mucho trabajo en Navidad están notando este año una notable reducción de actividad, según constatan los profesionales ourensanos. Los consumidores realizan menos cenas de empresa, encargos de cestas navideñas o compra de lotería, y quienes lo hacen reducen considerablemente su gasto.
Mientras los comerciantes detectan que los descuentos y ofertas navideñas que están realizando en las últimas semanas no logran reactivar el consumo de cara a la Navidad, otros sectores que tradicionalmente tenían más trabajo en esta época están notando también una reducción de ventas.

Así, la hostelería está observando una mayor contención en las cenas de empresa, que se reducen entre un 20 y un 30% con respecto al año pasado, según explica Luis Cid, vicepresidente de la Unión de Hosteleros de Ourense. ‘Además, vienen grupos más pequeños y solicitan menús más baratos’, indica. De hecho, si el año pasado el gasto medio rondaba los 35 euros por comensal, ahora se queda entre 20 y 25, optando para ello por suprimir el primer plato (piden entrantes y carne o pescado) o por vinos más económicos. También detecta que optan más por prolongar la estancia en el restaurante y no salir de copas, o incluso cambian la cena por una comida. De hecho, si en años anteriores era preciso reservar con gran antelación, este año aún es posible encontrar mesa en muchos restaurantes ourensanos.

Ligado a esto, otro sector con menos trabajo es el de transporte a las cenas. ‘Vienen más a pedir precio, pero confirman menos o más tarde’, indica Julio Álvarez, gerente de la empresa de autobuses Alfer, quien estima que la reducción de actividad ronda el 10 o 15%. ‘Otros años venían, pedían precio y ya confirmaban; ahora piden más presupuestos y preguntan a los compañeros’, indica.

Las reservas hoteleras para la noche de Fin de Año también se están resintiendo. Balnearios como los de Laias o Lobios tenían el año pasado en estas mismas fechas reservas para el 65% y 60% de las plazas, respectivamente, mientras este año ronda el 50 y 45%, según indica el responsable comercial, Alberto Canal. Además, los clientes que antes reservaban tres días escogen ahora un programa de una jornada (alojamiento, tratamiento termal y cena-baile).

Los establecimientos hosteleros también dudan si organizarán fiestas de Fin de Año, pues los clientes están tardando más en apuntarse y, ante la incertidumbre del volumen de reservas, prefieren no realizarlas.

Cestas

Los encargos de cestas de Navidad también se reducen. Raquel Ramos, de la Confitería Couto, explica que el descenso de pedidos se está notando particularmente en empresas, pero no tanto en particulares. Según indica, este año las empresas demandan un menor número de cestas o un precio más econó mico (por ejemplo, si antes encargaban cestas de 70 euros, ahora lo hacen de 30), e incluso este año deciden no regalarlas.

No obstante, detrás de esta contención del gasto navideño, los profesionales no están observando tanto una fuerte reducción de recursos económicos en los consumidores ourensanos, donde la crisis no es tan fuerte como en otras regiones, sino ‘miedo’ a lo que pueda venir. ‘Muchos optan por ahorrar, porque dicen que 2009 va a ser peor’, según coinciden estos profesionales.

La solidaridad también se resiente

El gasto en lotería se recorta este año. Emiliano Álvarez, de ‘El Mirlo Blanco’, indica que en esta administración están logrando mantener la actividad porque ahora también venden por internet, pero, en ventanilla, los clientes que antes compraban dos décimos optan ahora por pedir sólo uno. ‘El que tiene 100 euros, no los mete en lotería, sino en comer’, indica. Mientras, las ventas de juguetes resisten esta tendencia. Begoña Quevedo, de la juguetería Din&Don, apunta que se notó algo el descenso en meses anteriores, pero en las últimas semanas mejoró. Quienes también sienten la crisis son los promotores de iniciativas solidarias, como la ‘Operación Quilo’ de Amencer. Según indica Xulio César Iglesias, están observando claramente una reducción del volumen de productos recogidos, aunque este año las necesidades serán mayores (el año pasado atendieron a 2.333 personas). ‘A xente que pode, que aporte; que lembren que hai outros que teñen máis necesidade’, concluye.


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