El Concello tramitó nueve mil durante los dos últimos años, frente a las cinco mil de los cuatro anteriores

La crisis de ventas no consigue frenar la petición de licencias de pisos en Ourense

Un grupo de operarios trabaja en la construcción de un edificio en la ciudad. (Foto: Archivo)
La tramitación de 9.000 viviendas en dos años en la ciudad, frente a las 5.000 de los cuatro años anteriores, llama la atención en plena crisis del sector. Las Normas do Hábitat y la caída del Plan Xeral pueden explicar esta contradicción.
En el mismo momento en que la burbuja inmobiliaria continúa desinflándose, la ciudad vive una situación urbanística cuando menos curiosa. Y es que, según los datos que maneja el Concello, en los dos últimos años se han tramitado 9.000 viviendas -lo que no significa que estén en construcción-. Es una cifra bastante superior a las 5.000 viviendas que se tramitaron en los cuatro años anteriores, cuando el bum inmobiliario todavía estaba en auge. La concejala de Urbanismo, Áurea Soto, explica que, a nivel de tramitación ‘no existe parón urbanístico. El problema económico se deriva de la compra de viviendas y es cierto que no se compran las viviendas porque hay una sobreoferta’.

Sin embargo, dos claves parecen estar detrás de lo que en principio parece una contradicción: que aumente la tramitación de viviendas en plena caída de las ventas. Por un lado, la entrada en vigor de la Normas do Hábitat, en abril del año pasado, hizo que muchos apuraran el paso para evitar las exigencias de esa nueva normativa. Sólo entre el 1 y el 17 de abril de 2008, el Colegio de Arquitectos tramitó 2.119 viviendas de nueva planta, casi tantas como todo el año anterior. Por otro lado, la anunciada anulación definitiva del Plan Xeral podría animar a los promotores a iniciar las tramitaciones, dado que en el momento en el que caiga el Plan vigente sólo podrán continuar los proyectos que ya tengan licencia. Es por este último motivo por el que proyectos como el de la Finca Santamariña (Flager) y el de Eroski intentan agilizar en la medida de lo posible la tramitación de sus respectivos proyectos, para no quedar paralizados cuando el Supremo ratifique la anulación del Plan Xeral -aunque está previsto que unas normas transitorias regulen el urbanismo de la ciudad hasta la aprobación del nuevo Plan-.

Los datos que maneja el Concello no permiten establecer cuál es la zona de la ciudad en la que el desarrollo residencial será más evidente. Y ello, simplemente, porque los proyectos se expanden por puntos dispares. Según Áurea Soto, ‘el Plan Xeral no responde a un proyecto de ciudad sino a las expectativas de los propietarios del suelo. No establece tiempos de desarrollo y se han ido generando las áreas de reparto’. Es por ello, añade, que ‘se han desarrollado suelos urbanizables sin garantías de que se cuentan con los servicios necesarios. Un ejemplo es lo que ha ocurrido en Barrocás, donde el abastecimiento no tiene suficiente presión’.

Otros suelos

Por ello, Soto destaca la importancia del desarrollo de suelos como el del Campus, para ‘crear servicios, empresas, capital humano y otros mercados más allá del inmobiliario’. Menciona también la necesidad de suelos empresariales -como los proyectados en distintas zonas, como Seixalbo y Santa Mariña- y, sobre todo, el de la Ronda Bulevar, ‘porque es el crecimiento natural de la ciudad’.

Pero algunos cambios urbanísticos afectan también a viviendas en tramitación. Es el caso de la construcción de la urbanización de Mahía en Oira, donde se preveían 1.000 viviendas. El proyecto quedó bloqueado después de que el cambio en el trazado del AVE a su paso por la ciudad afectara a los terrenos en donde se iban a construir estos inmuebles.

La pugna de dos hipermercados

Eroski y Flager intentan agilizar la carrera para que sus hipermercados sean los primeros en ponerse en marcha. En el proyecto de Eroski en A Farixa se contemplan 575 viviendas, un hipermercado, usos dotacionales y terciarios (incluso un hotel). También en el de Flager se prevé un hotel, un centro comercial de ‘El Corte Inglés’ y la construcción de más de 1.000 viviendas -el 25%, de protección pública-.

Proyectos en Eiroás y la Finca Murias

El proyecto de urbanización de la Finca Murias, en la carretera de Seixalbo, es uno de los que está en el Concello. En 46.495 metros cuadrados contempla bloques de viviendas de nueve plantas con dos plazas y un parque, así como espacio para la construcción de un centro administrativo. En Eiroás se prevé otros bloques de nueve plantas y equipamiento deportivo, en 2.000 metros cuadrados.

Una torre en A Chavasqueira

Otro de los proyectos de urbanización que ya está analizando el Concello es el de la construcción de una torre de 19 plantas en A Chavasqueira. Se incluye un bloque abierto, constituido por un zócalo de dos plantas cuya rasante superior coincida con la N-525 y el edificio destinado a usos residenciales, que podrá tener una altura máxima de 19 plantas, medidas a partir de la cubierta.

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