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Cristian "Espartaco", ourensano dedicado a los eSports: "El gaming mueve más dinero que Hollywood"

El ourensano Cristian Espartaco (ARCHIVO).
photo_camera El ourensano Cristian Espartaco (ARCHIVO).
El ourensano Cristian González es manager, seleccionador, director deportivo y organizador de eventos de eSports

Cristian González Gómez “Espartaco” (Ourense, 1994) lleva varios años en el mundo de los esports. En un principio como jugador y hoy como manager, seleccionador, director deportivo y organizador de eventos, el ourensano es testigo de primera de una industria que no hace más que crecer.

¿Cómo llegaste a los esports?

Todo empieza hace 6 años, yo venía del mundo de la televisión y el tema de los videojuegos empezó a generarme mucho interés. Vi una oportunidad porque no estaban simplemente jugando a los diferentes juegos esports, sino que creaban contenido con ello. Yo lo veía en Movistar Riders, hacían storytelling de los propios jugadores, programas en plató... A mí me pareció que aquello era el futuro. Me puse a trabajar en ello, empecé como jugador pero era malísimo y duré poco; así que me puse de capitán de diferentes equipos, por la selección ourensana, la convertí en una de las 16 mejores provincias a nivel nacional. Gracias a eso me votaron para ser el seleccionador de Clash Royale en Galicia. A partir de ahí entré en el Academy de Movistar Riders, hice que con un presupuesto bajísimo clasificase para una competición muy importante en LVP y empecé a rodar. Me tuve que buscar la vida dentro de otros juegos. Era muy difícil escalar en Clash Royale así que cambié de juego. Llegué al mejor club de Italia QLASH, en Brawl Stars. Empecé a montar equipos como director deportivo con los que gané en diferentes países de Latinoamerica y Europa, además de la copa mundial de Red Bull. Empezamos a viajar por todos lados compitiendo y aprovechamos el mundo de los videojuegos para ganar conocimiento y cultura. A nivel deportivo, llegué a ser seleccionador de España en Clash Royale y Brawl Stars al mismo tiempo que era Project Manager en la sección gaming del Diario Marca, después de todo eso, decidí alejarme un poco de toda esa parte más deportiva y centrarme en el tema de eventos, organización y dirección. Ahora estoy en la organización de eventos del Ayuntamiento de Madrid, a través de QLASH, para los próximos cuatro años.  

Parece futuro pero ya es presente.

Es presente. Hasta hace unos años era el futuro, porque venía de Asia, pero hoy hay mucha gente que vive de eso, es una oportunidad tremenda. Para que entiendas en audiencias, los esports ya han superado al golf. Estamos en una situación donde poco a poco vamos aumentando, ya que la forma de consumo de la audiencia ha cambiado totalmente. Ahora se buscan formatos más rápidos, que tengan más fluidez. En fútbol se ve, ya no es como antes, lo ha dicho el propio Florentino Pérez con respecto a la Súper Liga, que tienen que hacer un cambio. O el propio Gerard Piqué, que hace la Kings League, un formato de fútbol siete en el que los propios influencers tienen equipos. Hay un storytelling detrás, un formato más atractivo para el público.

¿Crees que la gente se identifica más con los jugadores de esports?

Sí, aunque todo depende del nivel del jugador. Los más top del nivel mundial ya son considerados grandes estrellas. El punto aquí es que sientes que tienes más probabilidad de poder llegar a ser como ellos.

¿Sigue habiendo tópicos?

Siempre ha habido sesgos de cara a los jugadores de videojuegos pero ahora ya empiezan a cambiar. La realidad es que de los ocho mil millones de personas que hay en el mundo, se estima que el 40% han jugado a videojuegos. Ahora mismo es el sector de entretenimiento más grande, supera a la música y al cine. Es una realidad a la que ahora no te puedes enfrentar. Yo siempre digo que los videojuegos son como un cuchillo, lo puedes utilizar para cocinar o de manera incorrecta. Pero nosotros tenemos que educar para eso. De hecho, ahora mismo estamos desarrollando un club en Galicia con la idea de romper esa brecha digital para que las personas mayores entiendan los videojuegos de los niños.

¿Por qué crees que conquistan tanto a las nuevas generaciones?

Creo que aquí entran todos los agentes, no solo el formato del juego. Los creadores de contenido o influencers tienen un impacto total sobre el consumo, también los clubes creando ese contenido y haciendo ese storytelling para que te sientas más identificado con cada uno de los equipos, las ligas que también hacen ese trabajo... Los propios agentes tratan de llegar más a ese público. También el hecho de que sean juegos con los que tú puedes disfrutar en el día a día ayuda mucho.

¿Cuánto de entrenamiento hay?

Cuando estás compitiendo en primer nivel, como era el caso del AC Milan donde yo estuve, los jugadores entrenan diariamente. Obviamente, no es meter a los jugadores a jugar 12 o 14 horas. No. Hay un tiempo de juego, se centran en sacar conocimientos y prácticas, experiencia productiva y en tener unos buenos hábitos sociales, de deporte y alimentación. Parece que no pero estas cosas son muy importantes, necesitan ser eficientes. Es como cualquier deporte, al final. Hay entrenadores y analistas que sacan datos y estadísticas de otros jugadores para después hacer un trabajo de estrategia, está el puesto de manager que se encarga de trabajar con el grupo y fichar a nuevos jugadores... Es un trabajo muy delicado porque, además, empiezan a competir con 15-16 años y de repente tienen un montón de personas detrás en redes que, si ganan, les endiosan, pero si pierden les meten mucho “hate” y ambas cosas mentalmente les sacan de escena totalmente. Es muy importante aprender a gestionar eso, como en un vestuario.

¿Cómo es tu trabajo?

Mi trabajo es una montaña rusa de aventuras, por un lado están los eventos en los que tratamos de crear formatos que aporten aquello que necesitan las comunidades de los diferentes juegos, involucramos influencers para que los activen dándole más visibilidad y llegando a más público. Por otro lado está la parte deportiva en la que creamos equipos, estamos día a día con ellos velando por su bienestar, les damos una marca de identidad con la que la gente pueda sentirse identificados y los apoyen, pensamos ideas para crear contenidos disruptivos, etc. Y por último como la parte educativa, en la que aprovecho mis estudios de Educación Social para sobre todo hacer que personas conecten mediante un hobbie en común mediante talleres de integración social.  

¿Se está moviendo dinero?

Creo que ahora mismo el sector de los videojuegos mueve más que el sector de la música y el cine juntos. Y en los esports ya hay clubes que están valorados en más de cien millones, como G2, que hace nada estaba valorado en 320. En España estaba muy descentralizado pero ahora los clubes empiezan a asentarse. En Galicia estamos viendo esa oportunidad.

¿Quién marca la tendencia?

El tema de los esports viene de Asia y la tendencia que más fuerte está hoy en día es el “mobile”, en el que aquí aún no se han metido de todo. Sé que a nivel de jugadores hay una barbaridad, pero a nivel profesional de esports todavía no está considerado tan top como puede ser “League of Legends”. Pero lo que factura Asia con videojuegos es increíble.

¿Por dónde pasa el futuro?

Depende de cada juego, creo que los derechos audiovisuales van a tener un peso muy grande en el futuro de este sector. Y también la entrada de cada vez más entidades públicas, como han sido los casos de ayuntamiento de Madrid o hace nada la Policía Nacional que acaba de crear su equipo de esports.  

¿Y con qué juego te quedas?

Soy muy fan de Brawl Stars, es un juego que me ha dado mucha vida. Me gusta también mucho League of Legends y soy muy fan de Pokémon. No trabajo con él pero siempre que sale alguno nuevo me gusta probarlo. Y me gustan mucho los juegos online de mundo abierto, en los que se conoce a mucha gente, porque los videojuegos también son una gran herramienta de socialización.

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