La perrera municipal acoge a 550 perros, de los que 24 entraron en el mes de julio y nueve de ellos eran cachorros
Más de 500 perros y 100 gatos de la perrera municipal de Ourense están esperando una segunda oportunidad. Si bien el abandono se produce en cualquier época del año, con la llegada del verano el número de peludos que llegan hasta el albergue se dispara. Solo en el mes de julio han entrado 15 perros y 9 cachorros. "Los martes son los días programados por el albergue para que los dueños de los perros puedan entregarlos. En este mes de agosto, todos los martes están ya ocupados", dice Andrea Cid, la vicepresidenta del albergue canino.
Las excusas para justificar el abandono son variadas, aunque una de las más repetidas son los cambios de domicilio. "Dentro de unos días nos va a entrar un pastor alemán. Sus dueños son un matrimonio que se va a vivir con su hijo y dicen que no lo pueden llevar", señalaba Andrea. Otra de las recogidas programadas para este mes se trata de un perro que según sus dueños se pelea con el resto de animales del pueblo. Desde el albergue canino le propusieron castrarlo, pero los propietarios se niegan y prefieren entregarlo en la perrera que da cobijo a un total de 550 canes.
Afortunadamente, cada vez son más las personas que toman la decisión de adoptar un perro. "Sobre todo vienen con la idea de un cachorro, pero nosotros les animamos a que se lleven perros adultos que también necesitan un nuevo hogar", comentaba la vicepresidenta de la perrera. "Cuando alguien viene buscando un perro, le solemos preguntar si es para piso o finca y si tiene más animales", añadía.
PROGAPE
Actualmente, la perrera está gestionada, desde el año 2000, por Progape, la Asociación Protectora de Animales. Solo pueden recoger los animales perdidos del concello de Ourense y les está prohibido hacerse cargo de animales de otros concellos. "Hace unos días nos llamó una mujer de O Carballiño diciéndonos que habían encontrado a un perro vagando por las calles y que nos lo iban a traer. Le dijimos que lo lamentábamos pero que no nos podíamos hacer responsables."
Los trabajadores de Progape se encargan del cuidado de los animales. Los limpian unas tres veces al día y les dan de comer. Viven en la perrera por obligación. Sus dueños dejaron de quererlos y los abandonaron porque se convirtieron en un estorbo para elloS.
Otros, fueron extraviados y sus propietarios nunca se preocuparon por buscarlos al ver que no regresaban a casa. Su vida se ha convertido en un drama y su tristeza se refleja en sus ojos. Cuando ven entrar a gente en la perrera, se asoman para ver si ésta vez les tocará a ellos comenzar una nueva vida en una familia de acogida.
La adopción es gratuita, ya que lo único que se paga son los costes derivados de las vacunas y de la desparasitación de los animales. De esta forma, desde 60 euros se puede adoptar un perro y a partir de 30, un gato. Después de la adopción, la protectora de animales les hace un seguimiento posterior para comprobar si habitan en un entorno adecuado. "Para que estén atados durante todo un día al sol y deshidratados, para eso es mejor que se queden aquí, donde la comida la tienen siempre asegurada", afirmaba la vicepresidenta.
