Un retrato del pionero de la automoción, Eduardo Barreiros, presidirá el vestíbulo del Centro de Innovación da Formación Profesional, bautizado con el nombre de “uno de los grandes de la historia de nuestra provincia, un gigante al que proclamamos la necesidad de seguir homenajeando”, remarcó el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, impulsor en noviembre de 2018 del proceso culminado este año con la ubicación en Ourense del espacio alrededor de la FP.
Mariluz Barreiros, hija del emblemático empresario de Gundiás y presidenta de la Fundación Eduardo Barreiros, visitó el Pazo Provincial para ver el cuadro, encargado por la Diputación de Ourense a Juan Valcárcel. Mariluz Barreiros, galardonada con el premio Ourensanía en 2015, estuvo acompañada en su visita por el presidente de la Diputación; por el director de La Región, Xosé Pastoriza, y por el propio artista. Barreiros expresó su agradecimiento al ente provincial por esta iniciativa. “Gracias por este maravilloso cuadro”, aseguró. Después de ver el cuadro, ubicado para la ocasión en el Salón de Plenos del Pazo Provincial, Barreiros confesó estar “muy emocionada” y destacó el hecho de que el cuadro presida “una infraestructura tan necesaria para Ourense”.
Por su parte, Juan Valcárcel explicó que “quería plasmar su mirada, la de un visionario, acompañado de elementos de su biografía que creo que lo definen. Por eso recopilé documentos originales, anuncios… todo lo que tuviera que ver con Barreiros. Y sobre ese ‘collage’ realicé el retrato”.
Manuel Baltar valoró la importancia de seguir homenajeando la trayectoria de Eduardo Barreiros, “un pionero que fue una figura clave en la industrialización de España, con logros como la factoría de Villaverde o su contribución a la puesta en marcha del polígono empresarial de San Cibrao, el gran pulmón industrial de Galicia”. Baltar destacó también los vínculos entre el empresario y su tierra: “Él se identificó siempre con Ourense, y Ourense se identifica con Barreiros”. En su visita al Pazo Provincial, Mariluz Barreiros también comprobó el “excelente estado de conservación” del coche Dodge Barreiros comprado por la Diputación para uso museístico. Este modelo es una de las primeras adaptaciones de motor gasolina a diésel realizadas por Eduardo Barreiros, inventor de este proceso.
