Se cuela en casa de su expareja y rocía con amoniaco al nuevo novio

La jueza del Penal 1.
photo_camera La jueza del Penal 1.
Los moradores de la casa también acusaban al encausado del robo de un teléfono móvil y un ordenador portátil, pero la jueza no lo considera acreditado

Marcos Antonio G.R. no aceptó de buen grado al nuevo novio, amigo suyo desde la infancia, de la que fue su pareja durante casi dos años, desde septiembre de 2019 hasta febrero de 2021.  Máxime cuando se enteró de que al inicio de la relación ya empezaron a vivir juntos en el domicilio de ella. Fue la mujer la que se lo contó días antes cuando la fue a visitar. En un momento de cordialidad, le comentó que había comenzado a convivir con otro hombre en su domicilio.

 En la medianoche del 28 de julio de ese año optó por entrar a la casa de ella, aprovechando que estaba fuera. Al abrir la puerta de la cocina que da al jardín para que saliera la perra, el nuevo compañero sentimental se percató de que Marcos Antonio estaba agazapado en un sofá del jardín, al que logró acceder tras saltar la valla de dos metros de la casa. Lejos de sentirse avergonzado por la “invasión”, le increpó - “os vais a cagar”-, se levantó la camisa y sacó un bote alargado de color blanco que contenía amoniaco y con el que roció la cara de la pareja de su exnovia.

Según la sentencia que lo acaba de condenar por maltrato de obra y un delito de malos tratos, propinó patadas y golpes a la mujer, que trataba de impedir que accediera a la casa, hasta que optó por dejar la vivienda. También le echó el líquido, pero no la alcanzó.

La denunciante sufrió una contusión en el codo izquierdo y la  rodilla derecha. En el juicio, los agentes policiales aseguraron al llegar que vieron al hombre convulsionando en el suelo y echando espuma por la boca. 

Los moradores de la casa también acusaban al encausado del robo de un teléfono móvil y un ordenador portátil, pero la jueza no lo considera acreditado. 

La jueza del Penal 1 impone una condena de nueve meses de prisión por los malos tratos a su expareja y la prohibición de comunicar y acercarse a ella durante dos años, con una distancia de seguridad de 300 metros. La juzgadora se inclina por la prisión en vez de trabajos en beneficio de la comunidad porque el acusado fue condenado por quebrantamiento de medida cautelar por hechos cometidos el 6 de marzo de 2022, impuesta por este procedimiento.  Además, debe pagarle 150 euros por las lesiones sufridas. Por el maltrato de obra a su amigo, la magistrada le impone un mes de multa, con una cuota diaria de 5 euros.  

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