Dar una bofetada y varios azotes a su hija de 9 años le cuesta una condena por vejaciones

Un padre fue juzgado ayer por dar una bofetada y varios azotes a su hija de nueve años para reprenderla por su mal comportamiento, además de empujarla contra una pared. Aceptó como pena cuatro días de localización permanente por una falta de vejaciones.
Un hombre fue juzgado ayer en el Penal número 1 de Ourense por dar una bofetada en la cara y varios azotes en las nalgas a su hija de nueve años, a quien también agarró fuertemente de un brazo y empujó contra una pared. Los hechos ocurrieron en noviembre del año pasado en la casa de José Antonio G.S. cuando éste comenzó a reprender a su hija por mal comportamiento y, acto seguido, le propinó la bofetada y los azotes.

Los hechos

fueron denunciados por la madre de la pequeña, separada del acusado. Inicialmente, el hombre comparecía en el Juzgado imputado de un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar por el que se enfrentaba a una petición de ocho meses de prisión y la suspensión del régimen de visitas durante un año y ocho meses. No obstante, a la vista de los hechos, la fiscal rebajó la calificación a una falta de vejaciones. De esta forma, el acusado se conformó con una pena de cuatro días de localización permanente.

Malos tratos Por otro lado, otro hombre fue juzgado, en este caso en el Penal número 2, acusado de un presunto delito de malos tratos a su mujer. Los hechos ocurrieron en septiembre del año pasado cuando, en el transcurso de una discusión, David J.R. supuestamente golpeó a su esposa en la cara. No obstante, ayer en el juicio la mujer aseguró no recordar con claridad cómo habían ocurrido los hechos.

La fiscal solicita para el acusado una pena de nueve meses de prisión y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y un día, así como la prohibición de acercarse y comunicarse con la mujer durante dos años. Al parecer, la pareja reanudó su relación sentimental y, de hecho, la mujer renunció a toda indemnización que pudiera corresponderle por estos hechos, en caso de que el hombre sea finalmente considerado culpable y condenado.


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