David García: “El apodo de musa del franquismo es una losa, mi madre hizo más cosas”

Hace un tiempo que David García abandonó su profesión de informático para volcarse al 100% en la restauración de la obra de una pionera: Ana Mariscal, la actriz y directora a la que el OUFF le otorga este año el premio Memoria Histórica del Cine Español. Mariscal, que falleció hace un lustro, está considerada la primera directora de posguerra. En 2023 se celebra el “falso” centenario de su nacimiento. El “error” lo aporta García, que además del restaurador es su hijo. “Ella se quitó dos años”, explica. El festival de cine proyecta las cintas “Segundo López” y “El Camino”. También se recupera “Misa en Compostela”. Ana Mariscal tenía su conexión ourensana: ella misma, para evitar la censura, viajó a Ourense y O Carballiño para proyectar “Segundo López”. Fue gracias a esa cinta y a ese periplo gallego donde surgió “Misa en Compostela”. ¿Cómo se mete en esta aventura? Fue casi de casualidad, con “El camino” me impliqué de lleno. Es un goce y una posibilidad de que el cine de mi madre, relativamente olvidado, vuelva a conocerse y reconocerse. ¿La sociedad española ha reconocido la figura de su madre? Es un personaje muy curioso mi madre. No hay que olvidar que la famosa película que se atribuye el guion a Franco (“Raza”, 1941) -aunque yo no creo que fuese su guion, sino una operación de maquinaria de propaganda de la época-, es la que le dio la fama a mi madre. Era su tercera película. Cuando murió, se publicó que había muerto la musa del franquismo. Eso causa una losa y se han olvidado cosas que hizo ella. Muy poca gente sabe, yo tampoco lo sabía, que ella estrenó en el 47 “Yerma”, de Lorca, que todo el mundo pensó que entonces estaba prohibido y que las primeras adaptaciones eran de los ochenta. O “Segundo López”, que tiene una historia convencional, pero retrata el Madrid de posguerra, muy pobre. Ellos rodaron donde seguía durmiendo la gente, entre agujeros de metralla. ¿Le ha pesado el apellido de “musa del franquismo”? A ella personalmente no, siempre fue una mujer muy responsable con su trabajo y no renegó de nada. A su imagen sí, le ha pesado mucho y la convirtió en esa persona a la que no tener demasiado en cuenta y ver toda su obra. Ella ha hecho películas, ha tenido una carreta teatral impresionante… Y se metía en todo tipo de situaciones para rodar. ¿Cómo era su personalidad? Ella escribe que dirigir por primera vez fue una audacia, pero una persona que es audaz no sabe que es audaz porque dejaría de serlo. Era una mujer que se atrevía con todo. No había nada que impidiera a una mujer dirigir una película: suena muy bonito, pero ella en realidad tenía muchos problemas. ¿Qué problemas? Le dieron tercera categoría a una película, que eso era una censura virtual, porque así ninguna distribuidora quería su cinta. Mi padre, que era director de fotografía, iba en moto contratando por todas las plazas del norte en verano las producciones. Y ella iba al día siguiente en el coche con las latas de película para presentarla. Gracias a eso recuperaron algo de inversión. No tuvieron otra que modificar un poco la película y volver a pasar por la censura. Y ahí ya le dieron segunda categoría. ¿Hay material inédito? No. Es más, creo que se ha perdido bastante. Sé que rodaron mucho más y que se descartaron bastantes escenas. ¿Qué películas le gustan más? Las dos que más le gustaban a mi madre son “Segundo López” y “El camino”. En un escrito dice que son las más puras. Coincido y si tengo que elegir una, “El Camino” me encanta.