Para David del Río, la Dirección xeral es un reto personal y profesional y anhela ya un toma de contacto para empezar a trabajar.
De la vida judicial a su incursión en la actividad política ourensana. ¿Cómo acabó aquí?
Para mí es un reto personal y profesional. Llevo 15 años ejerciendo como abogado laboralista y 13 de ellos trabajando en la Confederación Intersindical Galega. Cuando hace unos meses quedó la plaza vacante en el Concello de Ourense vi la puerta abierta a este nuevo camino, así que presenté mi solicitud para el cargo y aquí estoy.
¿Cómo recibió la noticia?
Me lo comunicaron esta misma mañana (por ayer). Lo recibí con ilusión y emoción, pero realmente lo que tengo ganas es de llegar al Concello y tomar un contacto real con lo que será mi nuevo trabajo, ver lo que realmente hay y a partir de ahí empezar a hacer cosas.
¿Qué ofrece David del Río a la Dirección xeral de Servizos Xerais y Recursos Humanos del Concello?
De lo que se trata es de que aporte los conocimientos que me ha ido dado la experiencia en lo que a mejorar el asesoramiento se refiere, sobre todo, en el área de personal y en orden a la toma de decisiones adoptadas por parte del órgano responsable. Yo entiendo que es una labor básicamente de asesoramiento, pero hablo única y exclusivamente desde una visión exterior. Es necesario que tenga esa toma de contacto para hablar en detalle. Hay que ir poco a poco, viendo las necesidades que puede tener la gestión y en base a ello ir configurando la política de personal.
¿Cuál será su mayor empeño?
Como mi labor es de asesoramiento, intentaré que la gestión del servicio y sus necesidades sean acordes con lo que demanda la ciudadanía.
La política de personal, sobre todo las contrataciones, parece que se miran con lupa.
Muchas veces se habla más de lo que puede haber. Para las contrataciones hay unas normas que regulan los procedimientos.
Su antecesor dejó el cargo por discrepancias con el edil de Personal, Rodríguez Penín. ¿Usted lo conoce?
Mi conocimiento del concejal de Personal es a través de la prensa, pero no creo que vaya a haber ningún problema entre nosotros. Soy una persona humilde, dialogante. Considero que me voy a entender con él, con el alcalde y con el resto de la gente.
¿En qué posición queda la abogacía?
Evidentemente ahora voy a dejar mi trabajo de abogado laboralista porque me dedicaré prácticamente por entero a mi nuevo puesto.
Para mí es un reto personal y profesional. Llevo 15 años ejerciendo como abogado laboralista y 13 de ellos trabajando en la Confederación Intersindical Galega. Cuando hace unos meses quedó la plaza vacante en el Concello de Ourense vi la puerta abierta a este nuevo camino, así que presenté mi solicitud para el cargo y aquí estoy.
¿Cómo recibió la noticia?
Me lo comunicaron esta misma mañana (por ayer). Lo recibí con ilusión y emoción, pero realmente lo que tengo ganas es de llegar al Concello y tomar un contacto real con lo que será mi nuevo trabajo, ver lo que realmente hay y a partir de ahí empezar a hacer cosas.
¿Qué ofrece David del Río a la Dirección xeral de Servizos Xerais y Recursos Humanos del Concello?
De lo que se trata es de que aporte los conocimientos que me ha ido dado la experiencia en lo que a mejorar el asesoramiento se refiere, sobre todo, en el área de personal y en orden a la toma de decisiones adoptadas por parte del órgano responsable. Yo entiendo que es una labor básicamente de asesoramiento, pero hablo única y exclusivamente desde una visión exterior. Es necesario que tenga esa toma de contacto para hablar en detalle. Hay que ir poco a poco, viendo las necesidades que puede tener la gestión y en base a ello ir configurando la política de personal.
¿Cuál será su mayor empeño?
Como mi labor es de asesoramiento, intentaré que la gestión del servicio y sus necesidades sean acordes con lo que demanda la ciudadanía.
La política de personal, sobre todo las contrataciones, parece que se miran con lupa.
Muchas veces se habla más de lo que puede haber. Para las contrataciones hay unas normas que regulan los procedimientos.
Su antecesor dejó el cargo por discrepancias con el edil de Personal, Rodríguez Penín. ¿Usted lo conoce?
Mi conocimiento del concejal de Personal es a través de la prensa, pero no creo que vaya a haber ningún problema entre nosotros. Soy una persona humilde, dialogante. Considero que me voy a entender con él, con el alcalde y con el resto de la gente.
¿En qué posición queda la abogacía?
Evidentemente ahora voy a dejar mi trabajo de abogado laboralista porque me dedicaré prácticamente por entero a mi nuevo puesto.
