La Comisión de Asistencia al Subdelegado de Gobierno, presidida por Emilio González Afonso, se reunió ayer para hacer un balance general de las actuaciones llevadas a cabo por las distintas unidades de la Administración General del Estado. Uno de los aspectos más destacados fue la seguridad ciudadana, constatándose que Ourense se mantiene como una provincia segura en la que la tasa de criminalidad acumula un descenso de 2,1 puntos hasta las 24,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. Entre enero y septiembre se registraron 5.425 delitos, un 10,7% menos que en el mismo período del año anterior. Son algo más de 20 al día.
En lo que respecta a la DGT, se dio cuenta de que 11 personas han fallecido hasta ahora en las carreteras ourensanas, con 60 heridos graves. Ha habido 1.248 colisiones con animales, de las que 829 fueron con jabalíes y 297 con corzos. Se observa también un notable descenso de las matriculaciones, pasando de 5.593 del año pasado a 3.825.
Por su parte, desde el SEPE destacaron que los expedientes tramitados entre enero y octubre crecieron un 215,27% respecto a 2019. De los 101.630 abordados, más de 64.000 tienen relación con los ERTES.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil informó de su presupuesto para el año próximo, de 37 millones, detallando además que este año ha contratado servicios por más de 4,8 millones. Las obras supusieron una inversión de 754.545 euros.
La Unidad de Carreteras destacó los trabajos de estabilización del talud en la N-120, con una inversión de 2,5 millones, mientras que el Instituto Nacional de Estadística tuvo que tramitar 11.500 solicitudes sobre el censo electoral. Se dio cuenta también de que la población está por encima de los 306.500 vecinos.
