SALUD

La depresión también es cosa de niños

Ourense. 7-04-2017. Marcha pola enfermidade mental. Paz
photo_camera Participantes en el Paseo da Saúde, ayer en las escalinatas de la Praza de San Martiño.

El Día de la Salud se centró este año en una enfermedad que aumenta su incidencia sin tregua en la sociedad. Los expertos ponen el foco en los menores, que representan el 30% de la población con problemas depresivos

Aprender a relativizar los problemas, descansar las horas suficientes, alimentarse correctamente, disfrutar de horas de ocio, tener una recompensa emocional en el trabajo -además de lo salarial-, respetar los tiempos para afrontar problemas y tener una red de apoyo así como una vida relacional adecuada son las condiciones que evitarán el riesgo de caer en depresión, una enfermedad que podría ser en unos años la segunda causa de discapacidad después de las afecciones cardiovasculares.

Actualmente un 10 por ciento de la población se halla en riesgo de depresión y de esta cifra, el 30 por ciento son niños. Esta es una de las cuestiones más preocupantes en opinión de los expertos ya que se trata de una enfermedad recurrente que, una vez aparece, habrá que tratar de forma continuada para que no se repita.

Luis Docasar, jefe del servicio de psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense advierte que después de la franja de edad de los 65 años, donde se detectan los casos más graves de depresión, "la segunda mayor incidencia es infanto-juvenil" donde será fundamental la terapia y el manejo familiar de la situación que se debe, en la mayoría de los casos al acoso escolar, trastorno por déficit de atención e hiperactividad" constatándose un repunte en depresión infanto-juvenil por el divorcio de los padres. "Hasta ahora se tenía la impresión de que si los padres se divorcian los niños lo superarán pero estamos viendo una cierta casuística en la que vemos no es así por un mal divorcio".

Para Docasar, en estas situaciones los adultos "deben abandonar sus egoísmos personales y pensar en el apoyo que deben tener los niños". Si bien las instituciones legales protegen al menor "nunca se debe obviar el daño que ocasiona a los niños que los padres discutan ante ellos o que los utilicen como arma arrojadiza o para tener el control de la situación porque su sistema nervioso aún no está totalmente formado."

Incide en esta misma cuestión Mónica Santos, psicóloga de la Clínica Casiano, quien remarca que "un mal divorcio puede hacer un daño importante a los niños y adolescentes y hay que tenerlo muy en cuenta".

En el caso de los mayores de 65 años y de forma especial a partir de los 80, la depresión se suma a otras patologías y el tema de la medicación -siempre personalizado- se vuelve más complejo por posibles interacciones medicamentosas. Para estas personas "la pérdida de amigos o familiares, enfermedades, discapacidad o trastornos de sueño son factores de riesgo",señala.

La depresión puede aparecer a pesar de tener una buena situación económica, buen estado de salud y buenas relaciones familiares. "En el origen está la educación recibida, el aprendizaje y las reglas de la sociedad en la que vivimos", apunta Mónica Santos.

La crisis económica "ha influido y ha aumentado una presentación situacional que puede parecer depresión", indica Luis Docasar, quien advierte que las fortalezas frente a la enfermedad depresiva (estilo de vida y temperamento o educación y madurez) "ayudan a evitarla". Pese a ello el experto recuerda que "nadie está a salvo al cien por cien de tener depresión, ya que a veces es una cuestión puramente biológica o acompaña a otras enfermedades".

Ángeles Fernández, presidenta de la asociación de enfermos mentales (Morea) recuerda que "muchas personas con depresión reducen poco a poco su contacto social". Pide que "trabajemos todos juntos como puntos de apoyo para ayudarles a salir adelante". La "estigmatización" de la enfermedad es un obstáculo para que las personas pidan ayuda". 

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