José Antonio Prieto se ausentó de su vivienda en el barrio de Reza el pasado día 13 de enero
El cadáver en avanzado estado de descomposición que localizó un grupo de pescadores en la noche del jueves en el río Miño, a la altura de Feá (Toén), pertenece a José Antonio Prieto Cañizo, un vecino del barrio de Reza, que estaba desaparecido desde el pasado 13 de enero, cuando salió de su casa tras mantener una discusión con su mujer. La Policía Nacional lo buscó nada más ser denunciada su desaparición y, tres días más tarde, localizaba el coche de la empresa de construcción en que la trabajaba -lo utilizaba habitualmente- en el barrio de Covadonga.
Sin dinero ni tarjetas
Prieto Cañizo salió de su vivienda sin dinero y sin tarjetas de crédito. Los policías buscaron pistas en sus cuentas bancarias, pero no registraron ningún movimiento. Su familia también lo buscó y su desaparición fue dada a conocer en las últimas semanas en un programa televisivo, ante la sospecha de que estuviera aún con vida. Su cadáver, según fuentes policiales, no presentaba signos de violencia y las primeras hipótesis apuntan a que se arrojó al agua por voluntad propia, posiblemente, a las pocas horas de haber dejado el vehículo en el barrio de Covadonga.
