El barrio de O Polvorín vive una época de cambios. La zona de O Polvorín/ Os Ponxos se encuentra entre las de menor renta de la ciudad, pero la de O Polvorín/Farixa, a la que pertenece la nueva urbanización, es la segunda área del municipio de Ourense donde más crece el ingreso medio, impulsado por la llegada de familias jóvenes.
Rafael García, presidente de la asociación vecinal, sostiene que “la renta baja se nota, porque somos los más abandonados por el Concello y, en Os Ponxos, no tenemos ni acera. Si nos hicieran caso, podríamos ser una zona residencial muy chula. Como no lo hacen, somos un barrio marginal”, concluye.
Rafael García, presidente de la asociación vecinal de O Polvorín (Foto: Martiño Pinal).
Lorinda Fernández, que dirige tanto la Agrupación Miño como la asociación de vecinos de Rabo de Galo, añade que “hay una discriminación entre el centro y la periferia, donde mucha gente roza el umbral de la pobreza y vive del Ingreso Mínimo Vital o la Renta de Inclusión Social de Galicia”. Y es que, lamenta Fernández, “cuando llegas a los 45 años, si no cuentas con contactos que te puedan echar una mano, no encuentras trabajo en Ourense”.
Fernández es testigo de la situación de los más vulnerables. “Estas navidades, colaboramos con el Banco de Alimentos, recaudando 700 kilos de comida”, recuerda. En cualquier caso, considera que “en Ourense, siempre hubo una gran diferencia entre el centro y el extrarradio, que está incluso en peor situación que las zonas rurales”, compara.
Por el contrario, Manuel Mosquera, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos “Limiar” y directivo de la de A Carballeira, acoge los datos con escepticismo. “En barrios como este, residen muchas personas que no están censadas en la ciudad, sino en los pueblos, y compraron viviendas a la entrada de Ourense porque les era más cómodo”, reflexiona. Además, “en los barrios hay mucha gente inmigrante, con menores ingresos, que se instala por los bajos alquileres”, sostiene.
Pagas no contributivas
Covadonga es, con diferencia, la zona con menor renta media del municipio, con más de 1.500 euros de diferencia frente a su principal perseguidor, O Vinteún. Amparo López, representante de la asociación vecinal, explica que “en Covadonga, la mayoría cobra pagas no contributivas. Hay mucha gente mayor, y también jóvenes, que percibe prestaciones. Además, hay de todo, pero también quien recibe pagas de 600 euros y, si le ofrecen 900 por trabajar, prefiere rechazarlo”.
Patricia Santamaría, al frente de la asociación vecinal del centro, explica que incluso en la zona más boyante de la ciudad “hay muchos locales cerrados, y las galerías están en declive. Se clausuran comercios y oficinas bancarias… y no se vuelven a alquilar esos espacios. Ocurre en calles enteras, como la avenida de La Habana”.
