Contra el despilfarro, drones espía y detectores de consumo

Una fuente de Porqueira, municipio que sufrió los primeros cortes. (P.P.)
photo_camera Una fuente de Porqueira, municipio que sufrió los primeros cortes. (P.P.)
Los concellos buscan soluciones a contrarreloj para paliar el uso excesivo de agua en plena sequía

Los temidos cortes de agua por el cóctel de sequía, aumento de consumo y antigüedad de las redes son la medida más drástica que, hasta ahora, han tomado concellos como San Xoán de Río y Porqueira. La falta de previsión de lluvia y la continua llegada de vecinos en el mes de agosto preocupa a los alcaldes y ya se piensa, incluso, en sanciones. 

El alcalde de Vilar de Barrio, Manuel Conde, es claro: “Se a situación non cambia, imos ter que impor restriccións pola noite en varios núcleos”. Los técnicos municipales revisan los depósitos más afectados de madrugada y por la mañana, y observan, alarmados, cómo no recuperan el nivel. “Sabemos que a maioría da poboación ten un comportamento exemplar, pero hai un 2% que non”, señala.

El gobierno municipal, además, ha decidido dar un paso adelante y contratará los servicios de una empresa de drones para realizar un inventario de piscinas privadas y comprobar quién utiliza de forma ilegal los recursos hídricos. “Queremos ver quen está despilfarrando”, recalca Conde. El regidor, por otra parte, insiste en la necesidad de que la Consellería de Infraestruturas finalice el plan de intercomunicación de depósitos, lo que permitiría compartir el agua desde los núcleos con más reservas -los situados en San Mamede- a los de A Limia, donde la sequía es más acuciante.

Prohibiciones

En Boborás está “absolutamente prohibido” el uso de agua para regar jardines, huertas y fincas, así como para llenar piscinas o lavar coches. La prohibición llega “bajo advertencia de sanción”. Patricia Torres, la alcaldesa de este municipio, alerta de que el agua de los manantiales y ríos que abastecen la red municipal “está muy por debajo de su nivel habitual”. Solo disponen de un pozo para abastecer a núcleos como Albarellos y Vilachá.

En Baltar también advierten de multas si no se usa responsablemente el agua. El alcalde, José Antonio Feijóo, no descarta adoptar otras medidas como revisar los manantiales, vigilar que no se riegue o instalar contadores en los pueblos donde no hay. “Aquí nunca tuvimos problemas de abastecimiento de agua, estamos muy próximos a la ‘raia’, siempre hubo agua, procedente de las captaciones de la sierra, situadas a unos mil metros de altura, como la Serra do Larouco, y este año están prácticamente inservibles”, señala. Ya han racionado el agua en el núcleo de Garabelos durante “tres o cuatro horas al día”, tras una reunión con los vecinos. 

Plácido Álvarez, alcalde de Muíños, señala que están intensificando la búsqueda de otros manantiales en el municipio para paliar la escasez de agua de algunos núcleos.

“Nalgúns, xa acordamos cos veciños que o depósito se peche desde as 12 da noite ata as sete da mañá”, confirma. 

En San Xoán de Río, el regidor Xosé Miguel Pérez Blecua señala que frente a las redes muy antiguas “imos contar cun detector de agua, para ver o nivel de auga que pasa por cada sitio ante os elevados consumos que estamos detectando”. Dice que en una de las traídas de agua, pensada para 60 usuarios, “estamos detectando que o seu uso é o que farían de media 300 persoas”. Por su parte, el Concello de Beariz ya ha prohibido el uso de agua en la capitalidad para limpiar aceras y fachadas.

En Sanxenxo se quedan sin piscina y el resto de Galicia toma otras medidas

La preocupación por la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas, que derivan en falta de agua para la población, también se siente en el resto de Galicia. La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, anunció esta semana un “seguimiento exhaustivo diario” y la petición a los ayuntamientos de que “tomen medidas de ahorro de agua y eviten consumos inncesarios”.

Los alcaldes de Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Pontecaldelas se reunieron la semana pasada con la Xunta para consensuar medidas como el cierre de duchas en playas, la prohibición de llenar piscinas, baldeo de calles o lavado de coches. Sanxenxo cerró su piscina municipal para ahorrar agua. El gobierno autonómico estudia la posibilidad de usar agua embalsada de un antiguo hueco minero para paliar el bajo nivel del Lérez que abastece a estos municipios. En Nigrán (Pontevedra) no hacen baldeos de calles desde hace 15 días y ayer cortaron el agua de duchas y lavapiés. 

La Xunta pidió a Santiago que implante medidas de ahorro de agua para no comprometer la cuenca del río Tambre. 

En Lugo activaron la situación de prealerta por sequía a instancias de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, con el objetivo de garantizar el caudal ecológico del Miño.

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