El jefe del servicio asegura que la mayor actividad no genera colapsos
La tranquilidad parece estar instalada en Urgencias del CHUO en lo que llevamos de verano, a pesar del habitual cierre de camas estival. El jefe de servicio, Arturo González, indica que "prácticamente no hemos tenido ingresos en nuestra área relacionados con la falta de camas en planta", algo que sí se produjo en exceso en años anteriores y que "complicaba mucho la atención en Urgencias". "Este verano no nos está afectando para nada en nuestra dinámica de trabajo", señala el jefe de servicio.
Arturo González también defiende que la plantilla "está absolutamente dimensionada", asegurando que "está estudiado que estamos por encima de la media en cuanto a dotación de médicos". No obstante, señala que "lo difícil es adaptar el personal a la demanda", dado que el número de facultativos es el mismo tanto en los picos asistenciales como en las horas de más baja demanda.
En cuanto a la actividad del servicio durante el verano, Arturo González señala que se produce un incremento de los casos incluidos dentro del grupo de las "patologías banales". "Nos encontramos con pequeños traumatismos, consultas por picaduras, quemaduras solares o golpes de calor, es decir, patologías poco complejas", explica el jefe de Urgencias del CHUO, que indica que se produce un aumento del volumen de estos casos sin gravedad tanto en el hospital como el los PACs, debido, en parte, al "regreso de desplazados, que al no poder ir a su médico de Atención Primaria, acuden a los dispositivos de Urgencias", lo que provoca un incremento de "entre 15 y 20 urgencias diarias más". "En verano tenemos más demanda, pero con complejidad menor", resume González.
El jefe de servicio lamenta que el aumento de estos casos sin gravedad pueda generar retrasos en la atención de otros de prioridad media. Sin embargo, Arturo González asegura que "se mantiene la atención inmediata para los pacientes complicados".
