Tráfico habilitó un tramo para circular en ambos sentidos hasta que se pueda reabrir el otro vial

El desprendimiento de un talud cortó durante diez horas la autovía entre Ourense y Santiago

Las piedras y la tierra ocupaban toda la calzada. La ladera será fijada para evitar nuevos desprendimientos. (Foto: Xesús Fariñas)
El desprendimiento de una ladera cortó ayer durante diez horas la autovía AG-53 (Ourense-Santiago) en Punxín. Los dos carriles hacía Santiago permanecían ayer cerrados y Tráfico daba paso a los conductores por uno de los de sentido a Ourense.
La autovía AG-53 (Ourense-Santiago) tuvo que ser cerrada ayer a la circulación durante más de diez horas a causa del desprendimiento de una ladera, que llenó toda la calzada de rocas y tierra, a la altura de Punxín.

El desprendimiento se registró de madrugada, a las 05.00 horas, en el kilómetro 84. A esa hora, el tráfico era prácticamente nulo y los efectivos de emergencia no tuvieron conocimiento de la caída de las piedras y tierra sobre la calzada hasta una hora más tarde, cuando un conductor, que circulaba en dirección a Santiago, colisionó contra una de las rocas. El automovilista resultó ileso pero los daños en su vehículo fueron cuantiosos.

Al lugar acudieron de inmediato una patrulla de Tráfico, Protección Civil y las brigadas de mantenimiento del vial, que, ante el volumen de tierra acumulada, optaron por cerrar la autovía, desviando a los conductores por las carreteras N-541 (Ourense-Pontevedra) y N-525 (Ourense-Santiago).

El desprendimiento estaba señalizado y los conductores que circulaba en dirección a Ourense debían desviarse en el enlace de Maside para continuar el viaje por las citadas nacionales. Los que se dirigían a Santiago lo tuvieron un poco más complicado, sobre todo los que circulaban por la autovía Rías Baixas para enlazar con la AG-53 en Santa Cruz de Arrabaldo. Estos debían dar la vuelta y enlazar con la N-525 en la ciudad.

Sobre las 15.00 horas, los operarios de mantenimiento de la AG-53 lograban despejar los dos carriles en dirección a Ourense, lo que permitió a Tráfico abrir el vial a la circulación. Eso sí, los conductores que circulaban en dirección a Santiago, al llegar al kilómetro 84, eran obligados a incorporarse a un carril de los de sentido a Ourense por el que debían continuar el viaje durante tres kilómetros para salvar el desprendimiento. Los que circulaban en dirección a la ciudad de As Burgas, al llegar a la zona, sólo dísponían de un carril, lo que generó retenciones y tráfico lento durante toda la jornada. Los dos carriles en dirección a Santiago permanecían en la noche cerrados y la Xunta desconocía la fecha para normalizar la circulación.

’En esa zona hay mucha agua’

El desprendimiento se produjo a causa de las lluvias de los últimos meses. El alcalde de Punxín, Alfredo Cruz Gago, recalcó ayer que en la ladera que se vino al suelo hay mucha agua. ‘Cuando construyeron el vial ya advertí a los técnicos de la presencia de agua. Les pedí que drenaran el monte y canalizaran todos los manantiales, pero no me hicieron caso’, explicó. La autovía fue inaugurada el pasado mes de abril y los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras se desplazaron ayer al lugar con el objetivo de tomar medidas y asi evitar nuevos desprendimientos de terreno. En los últimos días se produjeron 10 desprendimientos sobre carreteras de Verea, Nogueira de Ramuín, Ourense, Pereiro de Aguiar, Xinzo, Monterrei, O Barco y Viana. Hace un año, el desprendimiento de una ladera manutvo cortados durante más de dos meses los dos carriles de la autovía Rías Baixas, en sentido Vigo, a la altura de la localidad de Erosa, en A Gudiña.



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