Mañana se cumple el primer mes del cierre del túnel de O Folgoso, en la A-52, con protestas crecientes de los usuarios

El desvío por Fontefría se convierte en trampa con nieve, hielo y ganado

Un invierno especialmente duro con varias nevadas intensas en Fontefría que han obligado a trabajar a las máquinas día y noche para mantener abierta la obsoleta carretera nacional, un tráfico a menudo lento por las condiciones en que se encuentra la vía -recientemente 'parcheada'- y la presencia de ganado campando por el medio de la N-120 han terminado por acabar con la paciencia de los miles de conductores que circulan entre Vigo y Ourense, especialmente a los transportistas y sus empresas.
El túnel de la autovía A-52 en O Folgoso sigue cerrado y mañana se cumple el primer mes en obras: quedan dos más, de ellos todavía la mitad en invierno. Ayer mismo, un grupo de operarios trataba de eliminar uno de los badenes formados en el carril Vigo-Ourense, cuya intensa circulación desde mediados de enero ha pasado factura sobre el piso, cada vez más irregular. A ello hay que añadir que además de la nieve se forman capas de hielo que hacen muy peligroso el descenso hacia A Cañiza. La presencia de ganado suelto en los márgenes ha puesto otra nota negativa, con vacas y caballos que campan libremente y que son una amenaza permanente en los 23 kilómetros del desvío, que suponen acumular media hora de más en el viaje.

El presidente de los transportistas de Pontevedra, Asetranspo, Jesús Manuel Rodríguez, advertía ayer de la situación límite. 'Hemos pedido que nos den una razón para todo esto, porque no lo entendemos. Cuando se hizo el arreglo de la otra boca del túnel, ninguna de las dos estaba adaptada a la normativa europea de seguridad, pero ahora que uno está arreglado ¿por qué no se permite doble sentido en un subterráneo, a 30 por hora, con todas las medidas de seguridad?', pregunta. En su opinión, que es la del sector, esta fórmula resultaría mucho más segura que 'ir por el monte, con vacas sueltas y caballos, con el largo rodeo y nieve'. Con todo, para Asetranspo el mayor peligro estaría en que los camiones, muchos de gran tonelaje, están obligados a atravesar por el centro de A Cañiza e incluso detenerse en los pasos de cebra. 'Ojalá no ocurra, pero podría haber un accidente con un camión con mercancías peligrosas. Las razones de seguridad esgrimidas no se entienden, pero está visto que no hay forma de apelarlas', señaló.


SIN RAZONES

Los vehículos pesados calculan que el desvío les supone unos 45 minutos en la subida y la bajada, no menos peligrosa por la presencia de hielo y la situación del firme. 'En realidad, parece que nadie sabe las razones de lo que está ocurriendo, pero la realidad es que no hay por dónde coger la solución tomada. Valdría con un doble sentido a 30 por hora por el túnel, sería mucho menos peligroso, sin punto de comparación', concluyó.

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