El empresario ourensano detenido en la tarde del jueves por amenazar e intimidar con un revólver a los trabajadores de la sucursal de Novacaixagalicia (en este caso la oficina antigua de Caixa Galicia) en la calle Juan XXIII, para que le concedieran un crédito, quedó en libertad con cargos tras prestar declaración en el Juzgado de guardia.
El detenido es Cándido Rodríguez, de 60 años y empresario del sector de la confección, propietario de las tiendas de ropa de mujer Patry Godoy, con establecimientos en diversos puntos de Galicia y León. Según informaron fuentes judiciales, llevaba semanas negociando en la entidad creditica las condiciones de un préstamo de 600.000 euros. Las negociaciones no llegaron a buen término al no estar conforme el empresario con los requerimientos que le planteaba la entidad financiera como condición indispensable para entregarle el dinero.
NEGATIVA DE UN PRÉSTAMO
A mediados de esta semana, la sucursal le comunicó que no le concedía el crédito y el empresario, ante la negativa, se presentó en la entidad y, tras analizar la situación con los trabajadores, sacó el revólver, con el supuesto objetivo de presionar en la negociación del crédito, que avalaba con su empresa. El empresario, según las mismas fuentes, ya había solicitado otros créditos en la citada sucursal y le habían sido concedidos.
Ayer, Cándido R.E., acudió al Pazo de Xustiza tapando su rostro con una cazadora y acompañado de dos policías, que lo condujeron ante el juez, que finalmente le dejó en libertad.
Tras abandonar el Juzgado, acompañado de familiares, rehusó realizar manifestaciones públicas acerca del incidente ocurrido en la sucursal de crédito.
NEGATIVA DE UN PRÉSTAMO
A mediados de esta semana, la sucursal le comunicó que no le concedía el crédito y el empresario, ante la negativa, se presentó en la entidad y, tras analizar la situación con los trabajadores, sacó el revólver, con el supuesto objetivo de presionar en la negociación del crédito, que avalaba con su empresa. El empresario, según las mismas fuentes, ya había solicitado otros créditos en la citada sucursal y le habían sido concedidos.
Ayer, Cándido R.E., acudió al Pazo de Xustiza tapando su rostro con una cazadora y acompañado de dos policías, que lo condujeron ante el juez, que finalmente le dejó en libertad.
Tras abandonar el Juzgado, acompañado de familiares, rehusó realizar manifestaciones públicas acerca del incidente ocurrido en la sucursal de crédito.
