La policía lo relaciona, además, con los destrozos de coches en garajes

Detenido dos veces en 33 horas por robar negocios

Delfín F. P.A., de 28 años, natural de Portugal y con domicilio en La Rioja, quedó ayer en libertad con cargos tras declarar en el Pazo de Xustiza como presunto autor de un delito de robo, registrado poco antes de las ocho de la mañana del domingo en la confitería El Couto, situada en la calle Ervedelo de la ciudad, donde, tras romper el escaparate con una piedra, se apoderó de varios jamones y dos quesos, como informó el lunes La Región.
Al lugar acudió una patrulla de la Policía Nacional, que lo detuvo cuando cargaba el botín -que fue recuperado- e intentaba ocultarse en la entrada de un aparcamiento al aire libre que hay en la zona.

Pero ocurre que Delfín F.A.P. perpetró presuntamente el robo cuando sólo habían pasado 33 horas de haber cometido otro hecho delictivo, por el que también fue detenido, en este caso en Feces de Abaixo (Verín). Allí, la Guardia Civil lo llevó a los calabozos como presunto autor del robo en un supermercado de esa localidad, del que sustrajo seis armas cortas detonadoras y cuatro navajas. Los agentes del instituto armado también le imputan robos y hurtos en dos garajes de Verín.

El arrestado prestó declaración en la jornada del sábado en el Juzgado de Instrucción número uno de Verín, que ordenó su puesta en libertad con cargos. La Guardia Civil lo detuvo en una casa en estado ruinoso que ocupa de forma esporádica en Feces de Abaixo, en la que, durante un registro, se recuperó parte del material robado.

INVESTIGACIÓN

Además, Delfín F.P.A. tendrá que personarse hoy de nuevo en el Pazo de Xusticia ourensano para aclarar si también es el autor de los robos registrados en las últimas semanas en vehículos estacionados en garajes de las avenidas de la Habana y Juan XXIII. El arrestado, que tiene problemas con las drogas, negó ser el autor de estos asaltos durante su declaración en la Comisaría, pero los agentes analizaban ayer sus huellas ante la sospecha de que rompió los cristales de una docena de vehículos para sustraer lo que había de valor en el interior, tras acceder a los garajes aprovechando la salida de un conductor.

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