El presunto homicida permanecía ayer custodiado por la Guardia Civil en el Servicio de Urgencias del CHUO, después de intentar quitarse la vida bebiendo sulfato para las viñas

Detenido en Verín tras confesar que había matado a su compañera

Dos vecinas comentan la muerte de María de F   átima en el Callejón de San Lázaro. La vivienda de la fallecida es la del centro, con la puerta blanca.
Un vecino de Verín, Felisberto dos Santos, de 62 años, oriundo de Brasil, fue detenido por la Guardia Civil tras confesar que había estrangulado a la que hasta el pasado mes de agosto fue su compañera sentimental, María de Fátima Machado Santos, de 52 años, natural de Portugal, aunque residente en Verín desde hace varias décadas.
El presunto homicida permaneció toda la mañana de ayer custodiado por los agentes en el Servicio de Urgencias de Hospital verinense, al que fue trasladado tras comenzar a sentirse mal en el cuartel y terminar también confesando que había ingerido sulfato, un producto químico utilizado para tratar viñedos y productos de huerta, con la intención de quitarse la vida. Por la tarde, Felisberto dos Santos era trasladado al CHUO, al empeorar su delicado estado de salud; está enfermo y recientemente fue intervenido quirúrgicamente de una grave dolencia.


MALOS TRATOS

Felisberto dos Santos tenía en la actualidad en vigor una orden de alejamiento de su excompañera, después de que ésta lo denunciara el pasado 21 de agosto por propinarle una paliza, de la que precisó atención médica. Es más, las autoridades judiciales le retiraron las llaves de la vivienda de su expareja, el número 7 del Callejón de San Lázaro de Verín.

La víctima fue encontrada muerta sobre la cama a primera hora de la madrugada de ayer, a las 00,30 horas, cuando un familiar suyo entró en la casa -era de su propiedad- alarmado por estar la puerta abierta y no responder a su llamada y a la de otros vecinos desde la calle.

Al lugar acudió de inmediato una ambulancia, pero el personal sanitario no pudo hacer nada por reanimar a la mujer, certificando su muerte. A la vivienda también se desplazó una patrulla de la Guardia Civil y el médico forense, que no apreciaron signos de violencia en el cadáver. Lo único extraño que había en la habitación era un pequeño charco de agua. Las autoridades ordenaron el levantamiento del cadáver, que fue traslado al Hospital verinense con el objeto de realizar la autopsia, en cuyos resultados, según fuentes de la investigación, no se volvieron a apreciar ningún síntoma de violencia.


'LA ESTRANGULÉ'

Lo que aparentaba una muerte natural, se complicó sobre las dos de la madrugada cuando Felisberto dos Santos se personó en el cuartel asegurando que había estrangulado y matado a su excompañera, María de Fátima Machado, al tiempo, según las mismas fuentes, que repetía 'la quería, la quería'.

Los agentes procedieron a su arresto y cuando le estaban tomando declaración, una vez alertadas las autoridades judiciales, el hombre comenzó a encontrarse mal, ante lo que aseguró que habían ingerido sulfato para quitarse la vida.

Desde el cuartel se avisó a una ambulancia y el personal sanitario, tras una primera observación, lo ingresó en el Servicio de Urgencias del centro sanitario verinense, custodiado por la Guardia Civil.

Mientras, las autoridades judiciales ordenaban la autopsia del cadáver, cuyo resultado final aún no se conocía en la tarde de ayer, al remitir algunas de las muestras a un laboratorio de Madrid para ser analizadas.

La noticia conmocionó a los vecinos, entre los que María de Fátima Machado gozaba de una buena reputación, dado su preocupación en ayudarles cuando cargaban con bolsas o tenían que realizar cualquier faena, explicaron. La fallecida se dedicaba a las tareas domésticas y en la actualidad se preparaba para trabajar en la vendimia. 'En verano estuvo en Barcelona, dado que una de sus hijas dio a luz a trillizos', afirmó uno de sus hijos, Avelino da Gloria Machado, quien se desplazó desde Barcelona nada más tener conocimiento del fallecimiento.


DISCUSIONES A DIARIO

Avelino da Gloria, de 22 años, creció junto a su madre en Verín, conviviendo con el presunto agresor. Ayer recordaba que los malos tratos eran frecuentes, de hecho él llegó a desplazarse en varias ocasiones desde la ciudad condal para estar con su madre. 'Mientras yo estaba aquí, no había ningún problema', apuntó.

En los alrededores del Callejón de San Lázaro residen familiares y amigos de la fallecida, que también reconocen que las discusiones eran frecuentes. La Guardia Civil trasladó ayer a algunos de los vecinos y familiares al cuartel para tomarles declaración sobre la relación de la pareja.

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