La policía responsabiliza a Inserimos de engañar a Iberdrola y algunos de sus clientes en Ourense y Vigo
Una investigación comandada por la Unidad de Delincuencia Especializa y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional desde abril ha permitido desenmarañar una compleja estafa articulada en torno a la energía eléctrica y protagonizada por una de las dos comercializadoras de Iberdrola en Ourense.
La policía, en el marco de la "operación Kilowatio", responsabiliza a Jorge Lago, jefe de la empresa Inserimos Energía SL, con sede enVigo, y a su comercial de Ourense Adolfo Martínez de valerse del contrato que tenía como oficina colaboradora oficial de Iberdrola para perpetrar en la provincia 40 defraudaciones de fluido eléctrico a través de la manipulación de contadores de la luz para no detectar el consumo real, y 71 estafas y falsedades documentales (facturas cobradas de forma fraudulenta).
En esta macroestafa no sólo resultaron perjudicadas Fenosa, quien suministra la energía, e Iberdrola en calidad de comercializadora sino a los clientes a los que se les manipuló el contador sin saberlo (podrían ser sancionados por las eléctricas) y se les facturó de forma irregular. Entre los afectados hay discotecas, panaderías, farmacias, un bingo, restaurantes, peluquerías, centros de día, clínica de fisioterapia, empresas que tienen contratados más de 15 kilowatios y con facturas mensuales de luz que rondan los 1.000 euros de media.
La investigación se inició como consecuencia del incendio de un contador de luz instalado en un local de ocio próximo a la zona termal. Fue entonces cuando Fenosa detectó que estaba manipulado.
El responsable de comerciales en Ourense de Inserimos ofrecía a los clientes una tarifa plana que se abonaba cada mes, revisable a fin de año y que suponía un ahorro de un 20% sobre la tarifa que hasta ese momento pagaban. La forma de pago por la luz consumida se repartía en dos facturas: una parte la abonaba el cliente a Iberdrola mediante recibo bancario y la otra a la empresa colaboradora de la eléctrica, cuya oficina de atención al cliente en Ourense estaba en la calle Progreso (llegó a realizar 15.000 contratos).
A partir del momento en el que los clientes aceptaban esta tarifa, el recibo que le pasaba Iberdrola suponía entre la mitad y una tercera parte que la que pagaban hasta ese momento. A los pocos días de recibir la factura de la eléctrica, recibían otro cargo de Inserimos por una cantidad que, una vez sumada a la que ya habían pagado, se obtenía siempre como resultado la cantidad establecida como tarifa plana. Pero para enmascarar el verdadero consumo de energía de cada cliente, se manipulaban los contadores, de tal manera que únicamente contabilizaran una tercera parte o la mitad de la energía que se consumía. De este modo, personal de Fenosa leía lo que marcaba el contador como consumido en cada período y se lo comunicaban a Iberdrola para facturarle a su cartera de clientes.
Una vez emitida la factura mensual, Adolfo Martínez conseguía acceder de forma furtiva a las bases de datos de la eléctrica con objeto de averiguar la cantidad a la que ascendía la factura correspondiente y así calcular la diferencia hasta lo ofrecido como tarifa plana al cliente. De este modo se hacía llegar vía recibo bancario, la segunda factura, que debía de ser abonada a la colaboradora cada mes -en concepto de cuota de mantenimiento- y que siempre, si se sumaban las dos facturas, resultaba la tarifa plana acordada con los clientes.
Las detenciones comenzaron el miércoles. El primero fue el jefe de la empresa, quien será llamado en calidad de imputado ya que la policía lo dejó en libertad. Ayer le tocó el turno al responsables de los comerciales en Ourense, Adolfo Martínez, quien, ante el juez, asumió su responsabilidad, exonerando a su jefe.
La investigación está en su primera fase ya que los investigadores creen que hay más implicados y muchos más clientes perjudicados no sólo en Ourense sino también en la provincia de Pontevedra. De hecho, de los 230 contadores inspeccionados por Fenosa en sólo un mes ya detectó 40 manipulados.
En Ourense existe una segunda comercializdora oficial de Iberdrola, ajena al fraude detectado, y que, según distintas fuentes, se ha hecho cargo de la correcta gestión de la cartera de clientes afectados.
