Llevaban una mochila con parte de las alhajas robadas, mientras que el tercer ladrón fue arrestado en la ciudad al salir de casa

Detenidos dos atracadores de una joyería al llegar a Madrid en autobús

La joyería fue asaltada el pasado miércoles por la tarde. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Judicial de Ourense detuvo durante la pasada madrugada a los tres presuntos atracadores de la joyería Juysa, dos de ellos cuando acababan de llegar en autobús a la estación Méndez Álvaro de Madrid. El otro había sido arrestado unas horas antes cuando salía de su casa del número 2 de la calle Parada Justel de la ciudad. Todos ellos tienen edades entre los 21 y los 23 años.
La policía ourensana, que contó con la colaboración de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, detuvo en el autobús, pasadas las seis y media de la madrugada, a Dugal J.A. y Jonathan Fernando V.F., quienes, según pudo sabe este diario, llevaban consigo gran parte del botín, las joyas robadas en el establecimiento de Santo Domingo el miércoles por la tarde. En ellas había piezas muy valiosas, con brillantes engastados. De hecho, el propietario del negocio llegó a valorar el botín en 100.000 euros.

También de madrugada, los miembros de la UDEV detenían a Carlos Eduardo F.R, de nacionalidad chilena, al igual que su otros dos compatriotas. Uno de ellos tiene antecedentes, pero por delitos de escasa entidad.

La Policía sospecha que se dirigían a Madrid donde supuestamente ya tenían apalabrada la compra de las alhajas.

Los detenidos pasarán a disposición en Ourense, ya que es el lugar donde se perpetró el hecho delictivo. No obstante, no lo harán posiblemente hasta el domingo, imputados en un robo con intimidación con uso de instrumento peligroso.

El asalto a la joyería se perpetró el miércoles cuando el dueño, Jorge L.C., se encontraba en el interior. Los autores, que iban provisto de viseras para ocultar parte del rostro, se valieron de una pistola para intimidarlo, al tiempo que los maniataron de pies y manos y lo encerraron en las trastienda. Posteriormente, se dieron a la fuga en bicicletas, que dejaron abandonadas en unas galerías comerciales.

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