Anxo Quintana defiende que Galicia sea la que decida sobre las concesiones en la cuenca Miño-Sil

Diez de los 14 proyectos hidráulicos de Medio Ambiente son ampliaciones y no obras nuevas

Instalaciones de la central de San Estevo, en Nogueira de Ramuin.  (Foto: José Paz)
Las solicitudes para 10 de los 14 saltos que, según informó el Ministerio de Medio Ambiente, están en trámite son ampliaciones de potencia, con lo que no estarían descartadas, atendiendo a las declaraciones del presidente de la Xunta por las que no se concederán permisos para centrales nuevas. Mientras, el conselleiro de Medio Ambiente indicó ayer que desde 2005 se denegaron 20 peticiones para embalses nuevos. Por su parte, Quintana avaló que los gallegos sean los que decidan sobre concesiones hidráulicas.
Diez de las solicitudes para proyectos hidráulicos que tramita el Ministerio de Medio Ambiente son ampliaciones de potencia de centrales ya existentes y no saltos nuevos. De este modo, el rechazo a estos proyectos no estaría garantizado, ya que la Xunta señaló que no admitirá obras nuevas, pero las ampliaciones dependerán del impacto que conlleven. En concreto, los mayores proyectos que tramita actualmente el ministerio son los de Iberdrola, que promueve la ampliación de San Estevo (ya en obras) y la de San Pedro, y Unión Fenosa, con las terceras fases de Belesar y Os Peares. Estos cuatro proyectos conllevan la construcción de túneles.

De mayor envergadura es el plan de Iberdrola para ampliar Santa Cristina (consiste en la construcción de una gran balsa a 800 metros de altura sobre el embalse, a la que se bombea el agua para luego volver a turbinarla) y que ya tuvo un informe desfavorable de la Consellería de Medio Ambiente, por lo que los colectivos ecologistas confían en que no salga adelante. No obstante, la empresa continúa analizando cómo reducir el impacto ambiental.

Otras ampliaciones de menor envergadura son las segundas fases de Belesar y Os Peares (aún pendientes, si bien Fenosa ya ha solicitado la tercera fase) y tres saltos en O Barco.

Medio Ambiente informó también de que tiene en trámite tres saltos en Sela (Crecente, Pontevedra), si bien los ecologistas indican que corresponde a una concesión antigua que nunca se llegó a construir.

De hecho, la única obra nueva de las 14 que tiene solicitadas Medio Ambiente (y que, si se cumple lo afirmado por la Xunta, no se construirá) es la de Tosende, en Lugo. Interés ciudadano El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, consideró que ‘é lóxico que os galegos decidan’ en cuestiones como las concesiones hidroeléctricas y advierte que sería ‘rotundamente equivocado’ que la Administración del Estado no cuente ‘cos intereses dos ciudadáns’. Anxo Quintana recalcó que Galicia ‘xa ten un impacto importante’ por explotaciones hidroeléctricas, y apoyó la gestión de la Xunta desde 2005 en este ámbito, avalando que la Consellería de Medio Ambiente emita ‘opinións no marco das súas competencias’ para defender los intereses de Galicia.


La diferencia entre una petición y una concesión

Los técnicos y voluntarios de la Fundación Germán Estévez para la Protección da Natureza y la defensa del Medio Ambiente piden al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que emita una autorización de paralización de las obras de la central hidroeléctrica de San Estevo II, en Luintra pues aseguran que se trata de una obra que va a tener un ‘impacto negativo’ para el turismo, puesto que ya comenzaron a dinamitar y taladrar las paredes del cañón. Pero el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, achacó a ‘especialistas en vender medias verdades’ la pro blemática sobre los aprovechamientos hidroeléctricos en Galicia. Aseguró que ‘nadie fixo unha soa concesión nova’ en Galicia en los últimos tres años y que no las habrá ‘mentres estea este presidente e este goberno’ (denegaron 20 solicitudes, indicó). Y dijo, ‘calquer empresa ten dereito a pedilo, pero as peticións non son concesións’, aseveró. Además, incidió en que una cosa son ‘novos encoros’ y otra el ‘repotenciamento’ de los ya existentes (tunelar una nueva turbina a través de una tubería), lo que, indicó, supone ‘alteraciones mínimas’.

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