Un año de prisión es la pena que ayer aceptó un acusado de amenazar a su ex pareja, coaccionarla y quebrantar la orden de alejamiento para intentar conseguir que reanudara la relación con él. La pena incluye también 135 días de trabajos en beneficio de la comunidad y 10 años de prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima.
Un hombre aceptó un total de un año de prisión y 135 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito continuado de amenazas, otro de quebrantamiento de medida cautelar y otro de coacciones. Los hechos que el fiscal atribuía a José Fernando P.B. ocurrieron después de que su pareja rompiera la rela ción sentimental que mantenían, en junio de 2006. Según la acusación pública, el acusado amenazaba, principalmente por teléfono, a su ex pareja y la seguía continuamente con el propósito de reanudar la relación.
Ante esta situación, la mujer solicitó una orden de protección en marzo de 2007, por la que el juzgado acordó la prohibición de acercarse a la víctima o comu nicarse con ella, lo que fue incumplido por el acusado. Así, la siguió con su vehículo, la llamó por teléfono en diversas ocasiones y fue a diversos establecimientos donde estaba la mujer. Además de la pena de prisión -el acusado carece de antecedentes penales-, y los trabajos comunitarios, deberá permanecer alejado de la víctima durante un total de 10 años, en los que tampoco podrá comunicarse con ella por ningún medio.
Ante esta situación, la mujer solicitó una orden de protección en marzo de 2007, por la que el juzgado acordó la prohibición de acercarse a la víctima o comu nicarse con ella, lo que fue incumplido por el acusado. Así, la siguió con su vehículo, la llamó por teléfono en diversas ocasiones y fue a diversos establecimientos donde estaba la mujer. Además de la pena de prisión -el acusado carece de antecedentes penales-, y los trabajos comunitarios, deberá permanecer alejado de la víctima durante un total de 10 años, en los que tampoco podrá comunicarse con ella por ningún medio.
