Diez infraestructuras estratégicas de Ourense llevan décadas de retraso

Infraestructuras en Ourense.
photo_camera Infraestructuras en Ourense.
La provincia de Ourense inauguró el milenio entre promesas de infraestructuras viarias y tanto el PP como el PSOE proclamaron proyectos para modernizar las anticuadas comunicaciones ourensanas, pero el paso de los años solo demuestra desinterés

En materia de infraestructuras, la hemeroteca de comienzos de siglo cada vez envejece peor. Una vez llegado el nuevo milenio, los políticos se lanzaron a prometer una renovación total de las infraestructuras de una provincia lastrada por, en algunos casos, comunicaciones que databan del siglo XIX. Unos y otros se alternaron en las carteras de Obras Públicas e Infraestruturas -en la Xunta- y de Fomento y Transportes -en el Gobierno-, pero los avances han sido tímidos. Y cuando se han producido, lo hicieron con retrasos y constantes incumplimientos de plazos. Dio igual quién gobernase, el siglo XXI está siendo el siglo de las promesas rotas.

La construcción de las circunvalaciones de la ciudad ya se contemplaba en los años 90. Por ejemplo, se preveía la circunvalación norte, para redirigir el tráfico procedente de Vigo, Santiago, Lugo y Monforte; o la circunvalación este, que comunicaría -incluso desde el puente de Velle- la actual OU-536 con la N-525. La primera no existe. Aunque las obras llevan ya un año -a cargo del Gobierno- todavía no se aprecian avances de entidad. La segunda permanece sin cerrar, a falta de que la Xunta saque a concurso este año -según su estimación- las obras del último tramo, entre Benposta y la N-525.

Línea temporal. Obras incumplidas en el siglo XXI
Línea temporal. Obras incumplidas en el siglo XXI

El desastre del Prestige motivó un ingente plan de inversiones anunciado por el Gobierno de José María Aznar. Fue aprobado en A Coruña en enero de 2003. Y aunque Ourense no tiene mar, también se iba a ver beneficiado.

Una de las promesas más importantes fue la de traer la alta velocidad ferroviaria a Galicia. La puerta de entrada sería Ourense. El tren acabó llegando en 2021, después de años de retraso. Pero lo hizo sin la entrada a Ourense -todavía en construcción- y sin la estación intermodal. El edificio diseñado por Norman Foster en 2011 para dar la bienvenida a los viajeros se acabó transformando en una versión descafeinada, y cuyo concurso de adjudicación está paralizado actualmente.

Por otro lado, la alta velocidad a Lugo, clave para vertebrar el interior, se acabó quedando en una reforma de la línea actual, del siglo XIX Las variantes de Os Peares y Rubián están en el limbo, aunque su construcción dejaría el viaje desde la ciudad en apenas una hora. Ahora roza las dos.

Línea temporal. Obras incumplidas en el siglo XXI
Línea temporal. Obras incumplidas en el siglo XXI

Precisamente, la autovía a Lugo (A-56) es una de las promesas incumplidas. Solo existe un tramo construido, San Martiño-A Barrela, pero no sirve de nada porque está aislado. Algún otro tramo está en proyecto y el resto, ni siquiera. La A-76 comunicaría Ourense con el segundo mayor polo industrial de la provincia, Valdeorras, así como con Monforte, el Bierzo y, más allá, León. Solo existe en el papel, aunque deberían salir a concurso las obras del primer tramo este año. A la comarca de Trives se le prometió un nuevo acceso para suplir las malas conexiones con la ciudad y Valdeorras, pero nunca se pasó a los hechos.

Las otras provincias gallegas gozan de cada vez mejores conexiones. Por ejemplo, las autovías Lugo-Sarria, Santiago-Lugo, A Coruña-Costa da Morte… Ourense continúa esperando su turno en los despachos de obras públicas. De momento, aún no ha llegado.

Te puede interesar