La Diócesis perfila el plan para proteger a los curas y feligreses

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El 11 de mayo comienzan las misas con el 30% del aforo y no descartan atrasar la entrada en la fase 2

La Iglesia comienza a perfilar la vuelta a la actividad. La Conferencia Episcopal Española lanzó el pasado jueves una serie de recomendaciones para este regreso, previsiblemente para el 11 de mayo con el inicio de la fase 1 con un tercio del aforo. La Diócesis de Ourense se ha puesto en marcha para elaborar una serie de protocolos que el Obispado trasladará la próxima semana. Mientras, recogen las propuestas que les hacen llegar desde todos los rincones de la Diócesis. "De momento estamos recogiendo las aportaciones que puedan hacernos los arciprestes para adaptarnos a todas las situaciones", explica Francisco Pernas, vicario de Pastoral.

En esta fase inicial, los arciprestes recogen las necesidades de cada una de sus parroquias y posible soluciones para la vuelta a la actividad. Estas son trasladadas al Obispado, que valorará cada una de ellas y las adaptará según las circunstancias, siguiendo los criterios recomendados por la Conferencia Episcopal. "Estamos en la fase de recoger ideas para que la próxima semana esté todos planificado yse las podamos reenviar a cada uno de ellos para aplicar en sus zonas", indica Pernas.

La elevada edad de los feligreses y de los sacerdotes en una de las principales gestiones a tener en cuenta. "Tendremos que planificar bien cómo lo harán, ya que mucho de nuestros sacerdotes tendrán dificultades para regresar, incluso valoramos modificar horarios", comenta el vicario. Una de las recomendaciones de la Conferencia Episcopal es que los sacerdotes más jóvenes sean los encargados de oficiar las eucaristías, así como que los fieles más mayores o enfermos las vean desde casa.

Las aportaciones desde todos los rincones de la Diócesis ayudarán a planificar los nuevos protocolos para "ofrecer el mejor servicio a la gente". Esta unión también refuerza la idea de "sinodalidad" que representa este año en el que se celebra el Sínodo, en el que la colaboración de todos los miembros de la Diócesis se hace esencial para mejorar. Los aspectos a tener en cuenta se reflejan en cómo se distribuya la comunión, cómo se gestionarán las ceremonias aplazadas, cómo se hará la entrada y la desinfección de los templos o las medidas sanitarias que aplicarán en la práctica del culto, forman parte de estas aportaciones. "Son muchos detalles a tener en cuenta y debemos tomar la mejor decisión", cuenta Pernas.

Todas ellas se tendrán en cuenta y se aplicarán según las características de las parroquias, con más dificultades en el rural: "Allí la mayor parte de los fieles tienen edades avanzadas y poseen factores de riesgo", explica Pernas. Este fin de semana recibirán las opiniones que marcarán el futuro, que incluso se retrasarán fases de ser necesario en el plan de desescalada. "Tenemos muchas celebraciones atrasadas, que requieren mucho tiempo e igual es mejor esperar a otra fase para llevarlas a cabo", indica el vicario.


La iglesia de Fátima cambia las flores por ayuda a una ONG


Una de las citas eclesiáticas más importantes de la provincia comienza su novena el lunes. Este año, Fátima se celebrará de una forma singular marcada por la crisis del coronavirus. La ofrenda floral, que llena de flores la figura de la virgen, cambia de significado. "Ya que no se puede llevar a cabo, hemos decidido que esa ofrenda se cambie por una aportación a Cáritas o a otra oenegé", cuenta Celso Rodríguez, copárroco de la iglesia de O Couto. El significado sigue siendo el mismo e incluso va más allá, colaborando con los que más lo necesitan. "Estoy seguro de que a la virgen le gustaría que pensásemos en sus hijos más necesitados y esa flor se convierta en una ofrenda de amor, que es lo que debe significar", explica el sacerdote. De esta manera tratarán de que sea un "remedio" para una situación complicada que atraviesan muchas personas para "paliar las necesidades que sufren los más desfavorecidos". 

La novena de Fátima se oficiará sin fieles y se podrá disfrutar a través de la web de La Región o por Telemiño desde el lunes hasta el 13 de mayo. Los últimos tres días de celebración se encontrarían dentro de la fase 1 del plan de desecalada, que contemplan a partura de los espacios de culto con un tercio de su aforo. Rodríguez descarta que se oficie algunno de los actos con asistentes: "Es muy complicado organizarlo con un 30% del aforo en esos días, dado que aquí suele venir mucha gente a estos días de celebración". Por el momento, la novena se anticipa en sus redes sociales, donde piden la participación de los fieles. 

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