El Obispado encargó a la inmobiliaria Solvia, del Banco Sabadell, enajenar propiedades sin uso
El Obispado de Ourense ha decidido desprenderse de su patrimonio inmobiliario que no está en uso o no es imprescindible para sus funciones, excluyendo de futuras operaciones de enajenación aquellos bienes que sean parroquiales. Para llevar a cabo el proceso ha llegado a un acuerdo con Solvia, la división inmobiliaria del Banco de Sabadell y una de las más importantes del sector en toda España. Fuentes de la institución eclesiástica confirmaron que la alianza está ya vigente con lo que puede comenzar a comercializar las propiedades de la Iglesia en Ourense.
El Obispado confirma que con la operación se pretende "poner en valor" las propiedades inmobiliarias, que podrían alcanzar a viviendas, locales comerciales, oficinas o plazas de garaje, pero también fincas o casas en diversos puntos de la provincia, según otras fuentes conocedoras de la operación.
Listado abierto
Sobre el número de bienes a vender, la institución matiza que "el listado no está cerrado, se está perfilando" y en él hay propiedades que se venderán, pero también otras que se sacarán al mercado de arrendamiento. Fuentes conocedoras del patrimonio inmobiliario de la Iglesia calculan en no menos de 30 los pisos u otros bienes inmobiliarios que tienen en propiedad en la capital.
La operación pretende dotar a la Diócesis de recursos económicos en unos momentos delicados y también poder hacer frente a los múltiples compromisos que tiene contraídos la institución eclesiástica. Además, con la venta de todas las propiedades no parroquiales, la Iglesia en Ourense evita tener que hacer frente al mantenimiento de bienes que no utiliza pero que generan obligaciones. Entre ellos, el pago de impuestos o tasas, pero también hacer frente al abono de los gastos comunitarios de las propiedades inmobiliarias en su poder.
Bienes dispersos
Algunos bienes diocesanos están dispersos por varios puntos de Ourense y, en el caso de la ciudad, gozan de un buen emplazamiento, como la calle del Paseo, Progreso o avenida de La Habana.
En todo caso, el momento elegido para la venta de activos inmobiliarios resulta complicado por la cantidad de excedentes en el mercado y por el importante descenso en la tasación en los últimos años.
