La entidad cubre ahora el servicio en Monterrei, Oímbra o Cortegada con una sucursal móvil

La Diputación pide a NCG que mantenga las oficinas del rural

Eladio Mangana, alcalde de Baños de Molgas, con Manuel Baltar, recorriendo una carretera
La Diputación llevará al próximo pleno de este mes una propuesta de consenso para frenar el cierre de sucursales bancarias de Novagalicia Banco en los concellos rurales de la provincia, puesto que ya han desaparecido, no sin protestas de alcaldes y usuarios, en lugares como Albarellos (Monterrei), Oímbra o Cortegada. La propuesta la cerró en la junta de gobierno de ayer, presidida por el responsable de la institución, Manuel Baltar Blanco.
Esta petición se produce después de que se conociese la supresión de 49 oficinas en toda Galicia, 18 de ellas (14 en municipios rurales y cuatro oficinas urbanas) en Ourense. En este sentido, la junta de gobierno provincial manifiesta 'su preocupación' y solicita a la entidad que 'reconsidere el cierre de esas 18 oficinas en la provincia'.

Asimismo, la declaración subraya que la institución provincial 'muestra su voluntad de colaborar' con Novagalicia Banco para analizar 'conjuntamente fórmulas que mantengan la atención a la población de núcleos rurales', evitando así la 'exclusión financiera' de determinados territorios.

Para terminar, con esta manifestación insta a Novagalicia Banco y a los ayuntamientos afectados a que 'adopten decisiones necesarias, con la colaboración de los medios materiales que estimen necesarios', para impedir 'el cierre permanente de estas oficinas', con lo que se impediría también que 'se dejen de prestar servicios bancarios en el rural'.

Precisamente, el cierre de algunas sucursales ha obligado a la entidad a prestar el servicio con oficinas móviles un día a la semana.

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