El Ministerio de Fomento volverá a revisar la declaración ambiental en el momento en que debía encargar los proyectos

Doce años de trámites mantienen la línea de AVE a Vigo en su fase inicial

El tren Ourense-Vigo pasa bajo la línea de AVE a Santiago. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Doce años de trámites no han conseguido sacar al AVE Ourense-Vigo de sus fases iniciales, después de continuos cambios de estudio y demoras en la elaboración de informes. La última modificación acaba de ser anunciada: cuando correspondería ya encargar los proyectos constructivos, Fomento sostiene que hay que revisar los informes ambientales y que 'va a llevar cierto tiempo'.
Así, los primeros pasos se remontan a diciembre de 2000, cuando se licitó el primer estudio informativo, que proponía seguir el trazado actual por el Miño (que da un rodeo, alargando la longitud total a 130 kilómetros, frente a una línea directa que tendría 90 kilómetros). Tres años más tarde, por presión de la sociedad viguesa -que reclamaba una conexión mejor- se suspendió el contrato anterior y se optó por diseñar un nuevo trazado, conocido como la variante de Cerdedo, ya que trascurre próximo a esta localidad del norte de la provincia. Tampoco es una línea directa, ya que tendría una longitud total de 115 kilómetros, aunque -a diferencia de la anterior- permitiría conectar con la capital provincial y, además, aprovecharía dos tramos de otros trazados (parte de la línea Ourense-Santiago y otra parte el Eje Atlántico). Por ello, de esos 115 kilómetros, sólo requeriría la nueva construcción de 54,6. Eso sí, se trata de un trazado de compleja orografía muy caro, con un coste por kilómetro de 35 millones de euros.

El estudio informativo de la variante de Cerdedo fue contratado en 2003 y, aunque el plazo medio de elaboración ronda los 18 meses, en este caso se demoró durante cuatro años, ya que no salió a exposición hasta septiembre de 2007. La declaración de impacto ambiental (trámite habitualmente de un año) tardó otros tres, ya que no se concluyó hasta 2010.


PROYECTOS

En todo caso, terminaba entonces la fase inicial de estudios y comenzaba la de proyectos. Sin embargo, Fomento optó por un trámite que no realizó en otras líneas de alta velocidad: en vez de encargar directamente los proyectos constructivos de la línea, sólo contrató los básicos. Son informes que delimitan el trazado y sirven para realizar las expropiaciones, pero no detallan qué obras hay que hacer y cómo se harán.

Así, Fomento encargó los proyectos básicos en febrero de 2011, con un plazo de 14 meses, que concluyó el pasado abril. De este modo, ahora le correspondería contratar los proyectos constructivos, pero no ha emprendido este trámite. Al contrario, el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, anunció en su última comparecencia en el Congreso que van tener que revisar la declaración de impacto ambiental porque está 'incompleta', aunque no detalló qué problemas presenta ni si afectaría a todo el trazado de nueva construcción o sólo a parte de él. Según dijo, 'nos hemos encontrado con un proyecto nominal, por llamarlo de alguna manera' y su reajuste 'nos va a llevar cierto tiempo'.

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