El número de donaciones de sangre que se están recibiendo este verano en el centro de transfusión del Centro Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y las unidades móviles que recorren la provincia 'duplican a las del mismo periodo del año pasado', según afirma Ana Muíños, médico responsable de la unidad móvil que el pasado viernes se acercaba a Maceda.
Tras el accidente del Alvia en Santiago 'se multiplicó por tres el número donaciones', en un verano que comenzaba con un llamamiento desde el Sergas solicitando colaboración por el importante descenso registrado en las reservas. 'El impulso que se vivió esos días del accidente en cuanto al número de donantes se está manteniendo, a un menor nivel, pero siempre por encima de los números registrados en 2012', apunta Muíños, que afirma que 'de las casi 300 extracciones diarias que veníamos teniendo se paso a más de 800 esos días'.
En este momento esas donaciones duplican las registradas por estas mismas fechas el año pasado, lo que rompe la dinámica de los últimos años, ya que en 2012 se registraban 11.251 por 11,744 del 2011, las 12,032 del año 2010 y las 13.583 del 2009. De hecho, en 2012 se perdió la tasa marcada por la Organización Mundial de la Salud como la idónea para cubrir las necesidades (entre 40 y 60 donaciones por cada 1.000 habitantes, cuando en Ourense la tasa se quedaba en un 34/1.000).
Esa racha descendente parece haberse quebrado este verano, como certifica también Máximo Rodríguez, médico que atiende estos días el centro de transfusión del CHUO y que coincide en que 'se están doblando las donaciones con respecto al año pasado'.
Ana Muíños recuerda, sin embargo, que 'la sangre almacenada tiene una caducidad de tres meses, por lo que hay que reponer constantemente las reservas'.
En este momento esas donaciones duplican las registradas por estas mismas fechas el año pasado, lo que rompe la dinámica de los últimos años, ya que en 2012 se registraban 11.251 por 11,744 del 2011, las 12,032 del año 2010 y las 13.583 del 2009. De hecho, en 2012 se perdió la tasa marcada por la Organización Mundial de la Salud como la idónea para cubrir las necesidades (entre 40 y 60 donaciones por cada 1.000 habitantes, cuando en Ourense la tasa se quedaba en un 34/1.000).
Esa racha descendente parece haberse quebrado este verano, como certifica también Máximo Rodríguez, médico que atiende estos días el centro de transfusión del CHUO y que coincide en que 'se están doblando las donaciones con respecto al año pasado'.
Ana Muíños recuerda, sin embargo, que 'la sangre almacenada tiene una caducidad de tres meses, por lo que hay que reponer constantemente las reservas'.
