El funeral de Eduardo Cendón será hoy, a las 17,30 horas, en Soutelo

Duelo en Beariz por el emigrante asesinado

Familiares y amigos en el velatorio de San Antonio de Beariz. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El emigrante de Beariz asesinado este pasado sábado en el municipio de Atizapán, en México, recibirá hoy sepultura en el cementerio parroquial de Santa María Magdalena, en Soutelo de Montes (Forcarei-Pontevedra). El funeral está previsto a partir de las 17,30 horas en esta localidad pontevedresa en donde Eduardo Cendón Muradás y su mujer, natural de Forcarei, habían construido una casa con la intención de retirarse a vivir en ella una vez jubilado.
Aunque en la mañana de ayer se preveía la llegada del fallecido a Beariz en torno a las 19,00 horas, el largo viaje desde México y los trámites del traslado retrasaron hasta bien entrada la noche el depósito del féretro en el velatorio ubicado en la residencia de mayores San Antonio de este municipio de la comarca de Carballiño. A media tarde, allegados de la familia ya colocaban las primeras esquelas en lugares públicos de Beariz anunciando la apertura del velatorio a las 10,00 horas de hoy en este municipio ourensano y el funeral en Soutelo de Montes.

Eduardo Cendón Muradás tenía 67 años y era natural de la localidad de Magros, en la que todavía reside parte de su familia. Su hijo, afincado también en México, contactaba con sus hermanas María y Sara para comunicarles el asesinato de Eduardo Cendón.

Los hechos ocurrieron durante la mañana del pasado sábado, y los indicios apuntan a que este empresario fue víctima de un atraco. Sucedió en una obra de construcción de un hotel en Atizapán, en donde había quedado citado para las 8,00 horas con el arquitecto, que fue quien lo halló muerto a consecuencia de varios balazos.

Eduardo Cendón Muradás había ido previamente a una entidad bancaria a sacar dinero para pagar el sueldo semanal a los obreros, por cuyo motivo, fuentes allegadas a la familia sospechan que su asesinato pudo ser la trágica consecuencia de un atraco.


CONMOCIÓN

Este vecino de Magros llevaba 40 años afincado en México, aunque visitaba con frecuencia los municipios de Beariz y Forcarei. Ha sido una víctima más de la violencia que soportan los emigrantes en ese país americano, que una vez más causó una gran conmoción entre los vecinos de este entorno.

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