Los psicotécnicos emitieron 16.405 informes en 2015 con alguna restricción para los conductores, especialmente en mayores de 65 años, quienes, en general, consideran que están aptos para ponerse al volante
El envejecimiento poblacional de la provincia es la única causa de que el 21% de conductores supere los 65 años y que alrededor de 16.000 sean mayores de 75. Es esta una de las principales inquietudes para la Dirección General de Tráfico, que insta, entre otras cosas, a un mayor control por parte de los centros psicotécnicos, ya que la ley no impone una edad límite para poder conducir, sino los reconocimientos periódicos. Es en estas revisiones donde se pueden establecer restricciones como la conducción nocturna o limitar las velocidades máximas, dependiendo de las aptitudes de cada uno. De hecho, durante el 2015 estos centros emitieron 28.513 informes, de los que 16.405 llevaba anexo alguna prohibición. Además, 239 permisos de conducción fueron interrumpidos temporalmente y 51 retirados.
La obligación es renovar los carnés tipo B, A1 y A2 cada 10 años hasta que el conductor cumpla los 65. Desde ese momento, se reduce el periodo a cinco años. Con todo, son los propios psicotécnicos los que tienen la potestad de reducir los tiempos, especialmente en gente mayor, por su mayor facilidad para perder competencias al volante. Según los centros Habana y Curros Enríquez, en la ciudad, Ourense es una de las provincias en las que los controles son más frecuentes, "por precaución". Es precisamente ésta la cuestión que en los últimos años viene abriendo el debate entre los conductores mayores y los más jóvenes, que se inculpan mutuamente cuando sale a la luz cualquier suceso de tráfico, independientemente de la gravedad que revista.
Lo que sí es cierto es que un 67% de los conductores mayores de 65 años reconoce sentirse más lento e inseguro al volante, aunque son éstos los que suelen ser más prudentes, según Tráfico. De hecho, la gran mayoría de los que ya no conducen es porque "uno es consciente de que ya no es joven y va perdiendo reflejos y, para evitar males mayores, más vale una retirada a tiempo", como explicó Benilde Castro, de 82 años y exconductora.
Álvaro Gómez, 76 años: “Me asusta coger el coche por sitios que no conozco"
Va a hacer 50 años que Álvaro Gómez aprobó el carné de conducir, al que le sacó mucho partido mientras trabajaba. Ahora, ya jubilado, prescinde más "aunque todavía lo cojo de vez en cuando", explicó. La última vez que visitó el psicotécnico se lo validaron por tres años, "porque estoy perfectamente;
en plenas condiciones para conducir", añadió. De hecho, recalcó que sus reflejos están "perfectamente", aunque reconoció que "me asusta conducir por sitios que no conozco, no como antes, que me iba a Madrid sin miedo ninguno". Defiende que cada uno tiene que saber sus limitaciones
Luis Iglesias, 84 años: “
Hay gente más joven que yo con menos facultades"
Este ourensano no dejará de conducir hasta que el psicotécnico se lo impida. De hecho, la última vez que renovó el carné fue el pasado diciembre "y no me pusieron ninguna restricción". Explicó que "lo normal es que los conductores de mi edad utilicen gafas para conducir, pero a mí no me hacen falta". Luis Iglesias coge su coche
esporádicamente "cuando es necesario", añadió. Con todo, es consciente de que hay personas mayores que pueden suponer un peligro en la carretera, "pero eso tienen que determinarlo los informes médicos de los psicotécnicos, porque hay gente más joven que yo con menos facultades para ponerse al volante", concluyó.
María Esther Álvarez, 78 años: “No dejaré de conducir hasta que me vea insegura"
Por determinadas circunstancias, María Esther Álvarez tiene que coger el coche casi a diario, "pero no me asusta porque me siento muy segura conduciendo", explicó. De hecho, "no dejaré de conducir hasta que vea que pierdo los reflejos o que me cuesta físicamente", añadió. No será hasta diciembre cuando tenga que volver a pasar por el psicotécnico, "que espero que me lo den por otros tres años, como mínimo", bromeó. Hasta el día de hoy, no sufrió ningún accidente, "ni grave ni leve". Hace poco, viajó a Ávila sola. "Mi hijo me dio un plano y a las cinco de la mañana arranqué el coche hacia allí", explicó, insistiendo en que "fui la mar de cómoda".
Emilio Fernández, 88 años: “Voy con mi mujer a hacer rutas por todo Ourense"
Emilio Fernández se sacó el carné con 33 años. Desde entonces, recorrió cerca de cinco millones de kilómetros. "Junto a mi mujer, cojo el coche y hacemos rutas por la provincia; aún hace poco recorrimos todo O Ribeiro", apuntó. A menudo, coge también su furgoneta para ir a su pueblo, Cristosende (A Teixeira). "Si todos los jóvenes condujesen como yo, igual no habría tantos accidentes", explicó. Su psicotécnico lo cita cada año, "pero por lo de ahora nunca me pusieron ninguna restricción", dijo. Es de los que opinan que la edad es solo un número y no tiene que ser un impedimento si el conductor se encuentra en buenas condiciones"
