CRÓNICA

‘La edad nunca nos ha impedido nada'

photo_camera Alumnos de las "Aulas da terceira idade de Galicia", en el acto central de la jornada celebrada en Santo Estevo de Ribas de Sil.

La Asociación Cultural Galega de Formación Permanente de Adultos (Ategal) celebró en el parador de Santo Estevo de Ribas de Sil el 25 aniversario de sus "Aulas en Ourense" con más de 350 alumnos de sus nueve sedes.

Ellos no dudaron en sacar del armario sus mejores galas: las camisas, los zapatos e incluso los trajes de americana y pantalón los más apuestos. Pero hubo quien le hizo sombra, aunque solo fuese por cantidad. Ellas vistieron sus joyas, sus conjuntos y sus tacones las más atrevidas o mañosas. En total, más de 350 presentes.

El escenario no pudo ser más apropiado. Situado en el corazón de la Ribeira Sacra entre un gran manto de verde arboleda, su origen se remonta a los siglos VI y VII y cuenta con un claustro románico, otro gótico y otro renacentista. En 1923 fue declarado Monumento Histórico Artístico y en 2004 se convirtió en parador de turismo. Efectivamente, el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.

Hasta este punto, podría tratarse del casamiento de cualquier aristócrata, pero no. Y no por ello menos importante: la Asociación Cultural Galega de Formación Permanente de Adultos (Ategal), aprovechando la vigésimo sexta edición de su encuentro anual, celebró las bodas de plata de sus "Aulas de Ourense".

A primera hora de la mañana llegaban al parador casi una decena de autobuses con alumnos procedentes de las nueve sedes de estas aulas para la tercera edad. Entonces comenzó la fiesta. Los más atrevidos se subieron al catamarán. "Ya que venimos, queremos aprovecharlo. La edad nunca nos ha impedido nada y esta vez no va a ser menos", explicaban algunos veteranos de las aulas de Lugo. En conmemoración del 25 aniversario también se llevó a cabo una celebración eucarística. A la salida, alumnas de las aulas de Santiago aseguraban que "no hemos podido hacer nada mejor que apuntarnos en su día a la iniciativa de las aulas". "Hemos aprendido muchísimas cosas de profesores y compañeros, nos distraemos de nuestra vida rutinaria y, lo más importante, nos hemos hecho muy amigas entre nosotras", añadían. Los alumnos locales dieron las gracias a la asociación "por todo lo que han hecho por nosotros durante 25 años, tanto por cuidarnos como por formarnos".

A las 12,30 tuvo lugar el acto central. Fue el turno de los discursos institucionales, entre los que destacó el de la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, afirmando que "a educación permanente contribúe a que as persoas poidan realizarse persoalmente e reciban formación en especialidades que non puideron cursar ó longo da súa vida".

Las palabras de Mato dieron paso a la entrega de diplomas con los que se conmemoró a los fundadores y más veteranos de las aulas. Entre cálidos aplausos, hubo quien se lo dedicó a "aquellos que por desgracia ya no están entre nosotros". Fue una representación de la Real Banda de Gaitas la que dio paso a la comida de confraternización en los comedores del Parador.

En definitiva, una jornada de convivencia entre los más mayores según el DNI, pero que, por iniciativas como ésta, "todavía pensamos seguir dando la lata unos cuantos años".

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