Eduardo Osuna, venezolano que lleva dos años en la ciudad, es repartidor a domicilio. Trabaja como autónomo para una conocida plataforma y la crisis sanitaria le ha llevado a reinventarse.
“Nuestra primera fuente de ingresos era McDonalds. Ahora quedan pocos restaurantes y no hay esa afluencia de pedidos, por eso nos hemos motivado un grupo de repartidores venezolanos a aumentar el servicio”. Además de repartir comida, van a supermercados y farmacias para quién lo necesite, por una cantidad que no supera los dos euros: “Para gasolina, básicamente”. “Nos arriesgamos cada día, pero queremos aportar. Ayudar a la gente. Queremos ser productivos. Estamos cansados de depender de ayudas del gobierno”. El trabajo le llega para pagar el alquiler y los gastos. Y el material de protección.
“Los venezolanos estamos capacitados para este tipo de eventos. Hemos hecho colas de cinco horas para comprar y que no haya alimento y hemos sufrido las calles vacías durante años”.
A pesar de la frenética jornada, a Osuna le llega el tiempo para su faceta de instagramer. “Biker Osuna”. Publica estos días vídeos de cómo están las calles ourensanas, en clave de humor. “Es mi terapia de tantos problemas, de estrés, de soledad…”
Terapia de humor
Eduardo Osuna es viral en Facebook gracias a un vídeo en el que recupera la cartera que un ladrón robó a una mujer en Madrid. “Me fui detrás de él de valiente”. Cuenta que estuvo ligado a la resistencia venezolana en su país y preso en 2017. “Pude salir y llegué a España desde Colombia”. Tiene permiso de residencia y de trabajo, aunque se preocupa por los compatriotas: “Muchos llegaron este año a Ourense y no tienen el permiso”.
