Los efectos de meter la tijera en la salud

¿Por qué no se alivian las listas de espera estructurales, pese a las promesas políticas? ¿Por qué se agigantan las listas no estructurales? Algunos profesionales de la sanidad consultados consideran que es difícil conciliar la reducción de las listas con una política sanitaria que pasa por 'reducir las plantillas de los facultativos y retirar por norma general la actividad quirúrgica de la tarde (las llamadas peonadas)'.
La Consellería de Sanidade consideró en su momento que la eliminación de las peonadas no tendría repercusión (es más, resultaría positiva, y más barata pues no habría que pagar horas extraordinarias) si se optimizaban las horas de la mañana. La realidad, sin embargo, ha salido tozuda, y cuando las listas de espera se disparan -y se acerca la fecha en la que hay que hacerlas públicas- se acostumbra a realizar prolongaciones de jornada en quirófano para aliviar la espera.

Las peonadas se retiraron antes del verano de 2009. En ese momento la Consellería de Sanidade comenzó a hablar de 'optimizar la gestión de los recursos y concentrar las operaciones en horario de mañana'. El resultado fue el incremento inmediato de las listas de espera, de modo que el departamento que dirige Pilar Farjas se vio obligado a reconsiderar su decisión. Ahora bien, proponiendo a la comunidad sanitaria y a los sindicatos la opción de operar y consultar por las tardes por menos dinero que antes, con un recorte de hasta el 40% en la contraprestación económica.

La falta de personal, cuando no el recorte del que ya hay, es otra constante en la sanidad gallega, y nombradamente la ourensana. Bajo el objetivo de 'hacer lo mismo con menos', el ajuste presupuestario -según sectores descontentos con la política del Sergas- ha traído consigo 'mucha presión en la consecución de objetivos sanitarios, planteados a veces con criterios economicistas'. Muchos jefes de servicio no han soportado esa presión, y en año y medio se han disparado las dimisiones: en Cirugía Vascular, en Psiquiatría, en Urgencias, en Atención Primaria...

Esta año, el Hospital de O Barco hubo de padecer la reducción de un radiólogo. Lo peor es que los recortes se trasladan a Atención Primaria. Por primera vez se rebaja el número de médicos. Es el caso del centro de salud de Nóvoa Santos, que pierde uno. Ya es posible encontrarse con profesionales que tienen más de 1.800 tarjetas, mientras otros no llegan a 400.

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