El largo camino de Nemesio

Celanova. 04-09-17. Provincia. Investigador Guardia Civil, Veterinario, Marcelo.
Foto. Xesús Fariñas
photo_camera Marcelo Álvarez, sobrino de Nemesio, ayer en Celanova.

Nemesio Álvarez, vecino de Ramirás, falleció en Madrid en 1936 luchando por la República. El tiempo, y las malas gestiones, han borrado el osario donde terminaron sus restos. Su sobrino Marcelo lo busca desde hace 13 años. 

Marcelo Álvarez lleva 13 años tratando de averiguar qué ocurrió con su tío Nemesio, caído en combate en Madrid en el 36, y qué pasó con su cuerpo. Miles de kilómetros e infinidad de horas invertidas parecen ser insuficientes.

La historia de investigación de Marcelo comienza en el año 2004, cuando este veterinario de Celanova oyó a su padre, en un estadio avanzado de alzheimer, cómo preguntaba con insistencia por su hermano: "Nemesio, que se fue a Madrid y no ha vuelto, y yo duermo con él". Este recuerdo de la infancia fue el detonante de una búsqueda de respuestas que Marcelo se financia en tiempo y dinero.

Nemesio Álvarez Saborido, el segundo de 11 hermanos, partió con un grupo,en agosto de 1936 a la siega en Castilla. Tenía 17 años. Nunca volvió.

Sin archivos ni respuestas

Marcelo comenzó su investigación con tan solo el testimonio de alguno de los vecinos de Ramirás que volvió de aquella expedición a la siega como única base. "En Madrid nos separamos y oí que murió allí", comenta Marcelo que contó uno de los compañeros de su tío. Pero no había constancia alguna, ningún documento y de ahí donde llamaba únicamente recibía negativas.

En 2013, un viaje a Salamanca le hace pasar frente al archivo de la Guerra Civil. Decidió entrar y, después de los protocolos de identificación y acreditación, logró encontrar una ficha con una lista de los miembros del batallón republicano UHP (Uníos Hermanos Republicanos). Allí, por fin, apareció el nombre de su tío. Nemesio Álvarez había caído en combate defendiendo Madrid de los sublevados.

Poco después descubrió la fecha de su muerte gracias a la ayuda de la web combatiente.es, que encontró un periódico de la época. El 14 de noviembre del 36, Nemesio Álvarez falleció en Madrid cuando peleaba en el sector Centro. Siguió investigando y encontró que fue enterrado en una fosa común y luego trasladado al cementerio civil de La Almudena. Hasta allí se desplazó Marcelo y se encontró con un osario en un estado lamentable. Al preguntar por qué, comienza un sin fin de contradicciones entre los diferentes organismos oficiales.

Una versión dice que el osario fue exhumado en 2001 y trasladados los restos a la incineradora, la otra que fue entre los 80 y 90 pero parece no existir archivo alguno que registre esta exhumación e incineracion ni recuerdos sobre el traslado de los huesos.

Hoy Marcelo continúa sin conocer el paradero de los restos de su tío, y como él muchas familias. "La memoria histórica es un papel mojado. Los desaparecidos en combate son muchísimos. Son historias humanas de pérdidas que no se han podido llorar. No quiero exhumaciones ni actos, ni quiero hablar de bandos o política. Solo quiero más rigor en los archivos y lograr saber donde está mi tío, por dignidad, por humanidad. Poder hacerle un mínimo homenaje y que descanse en paz"asegura Marcelo.

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