Ellos no pueden cambiar hábitos

Los sectores más afectados ven difícil adaptarse a las franjas horarias más baratas. Talleres, peluquerías, negocios de hostelería y pequeño comercio reconocen la dificultad de adecuar su trabajo al periodo valle, el de menor gasto económico

Los principales sectores afectados con las nuevas tarifas muestran su preocupación ante la llegada de la próxima factura.

Taller

Carlos Iglesias, de Talleres Carlos, en San Cibrao, está preocupado. “O tema da luz aféctame en todo. Vou acabar pagando máis e sen poder aforrar. Ofrezo un servizo ao público e non me podo poñer a traballar a partir das dez da noite. Fágoo das nove da mañá ás nove da noite, pasando polas horas que máis me vai custar a luz”, relata este mecánico. “Aínda non temos recibos coa nova tarifa, pero temos claro que non podemos poñer ningún medio para intentar que saia máis barato. No único que podo aforrar son coas cargas de baterías, arranxando co cliente para que ma deixe o día anterior e a cargue pola noite”. 

Peluquería

María José Rocholl, de peluquería Rocholl y presidenta de la Asociación de Peluquería y Estética, da cuenta del enfado del sector. “Aquí utilizamos todo el rato electricidad. Siguen sin bajarnos el IVA  y encima nos suben la luz. Los negocios no pueden adaptarse a la franja más barata de la noche”, reclama. Toca resignarse. “Tendremos que adaptarnos y seguir luchando por que nos bajen el IVA”. 

Lavandería

Lavadoras, planchas…. Todo tipo de maquinaria consume electricidad.  “El comercio se ha convertido en una ventanilla de recaudación del Gobierno. ¿Para qué quieren sucursales si cada comercio es uno?”, lamenta Julio López, de Tintorería Moderna. Cree que la nueva factura de la luz se debe a que “no hay ningún político que haya estado al frente de un negocio pequeño, ninguno”, por lo que desconocen la realidad. “¿Qué hago? ¿Plancho de noche y vengo de día para atender los pedidos? ¿Trabajo 24 horas?”, se pregunta. En su caso, echando cuentas, sin entrar en el consumo, este cambio le ha supuesto ya 50 euros más. Él apaga la lavadora de la entrada cuando no hay uso, pero hay maquinaria que “tiene que estar siempre encendida”. En Lavandería Pronto son cautos: “Temo que paguemos 200 ou 300 euros máis ao mes, pero non vou dicirlle á xente que veña de madrugada. Veremos a primeira factura e ao mellor hai que traballar aos mediodías”.  

Hostelería

“No tengo palabras, me quedé muda. Calcularon que me podría subir un 27%. ¿No iban a ayudar a todos, a los pequeños?”, lamenta la propietaria de la heladería Praza Maior. Cuando no abro es por la noche”, lamenta. Luis Sas, hostelero de Vinos, cree que habrá que esperar, pero asegura que “non vou apagar as neveras”. Eso lo tienen claro: “Haberá que esperar as facturas, algún igual ten que lle subir ás cañas”. 

Sala de despiece y matadero

Emilio González, de Cárnicas Milucho, muestra su “preocupación” futura, aunque afirma tener firmado un contrato por un determinado tiempo a un precio constante, “por lo que espero que no afecte durante un tiempo”. 

Mercado de Abastos

La preocupación entre los placeros es grande. “Aquí el 90% es producto perecedero guardado en cámaras. Esto no es un supermercado. A algún comerciante le puede hacer cerrar este aumento de la tarifa. Es para enfadarse mucho”, comenta González, que preside la asociación de placeros.

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