Emma lleva diez meses de espera por una operación urgente

Emma Carcacía, el pasado mes de mayo. MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Emma Carcacía, el pasado mes de mayo. MIGUEL ÁNGEL
Emma Carcacía sigue esperando desde diciembre una operación de urgencia que una avería impidió. Llegó a comunicarse con el conselleiro para explicarle su situación y, aunque fue trasladada a Vigo, el tiempo de espera corre en su contra.

Desde que Emma Carcacía (43 años) hizo su primer preoperatorio, pasaron cerca de diez meses. Desde la primera vez que la iban a operar de urgencia, ocho. Pero en diciembre de 2022, el TAC intraoperatorio del CHUO se averió de forma irreparable. En mayo, este periódico adelantaba su situación, explicando la importancia vital de su operación.

Una sucesión de hernias lumbares causó que perdiera la sensibilidad y movilidad en la pierna izquierda y, en verano de 2022, le detectaron una tercera lesión que le causaba hormigueo en la derecha. Si perdiese la sensibilidad en las dos extremidades, podría acabar en silla de ruedas de forma permanente.   

El pasado junio, el Sergas comunicaba a 15 pacientes su traslado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, para agilizar el tiempo de espera. “Nos dijeron que nos iban a operar en julio, pero todavía no nos han llamado”, lamenta Emma, y explica que “me hicieron repetir el preoperatorio después de ir a consulta el día 3”.

La paciente ourensana ve cómo su estado de salud se debilita con el paso del tiempo al no poder moverse: “Aparte de los dolores, este mes cogí una neumonía y estuve ingresada una semana”. Fue entonces cuando su madre decidió tomar cartas en el asunto y se “puso a llamar para que nos explicaran qué pasaba”. 

“Primero nos dijeron que no aparecía en lista, al día siguiente, otra chica nos dijo que aparecía, pero que había mucha gente y teníamos que esperar”. En un tercer intento, otra funcionaria se interesó por primera vez por su estado de salud, “vio que tenía la categoría 2 (urgente) y me dijo que debería estar ya operada”. 

Lo más chocante para la ourensana fue el momento en el que, estando en urgencias en el CHUO por la neumonía, descubrió que en Ourense habían alquilado un TAC y ya estaban operando a la gente. “Me encontré con mi neurocirujana, se interesó por mi situación, y cuando le dije que seguía sin intervenir, alucinó”, explica -y añade la reacción de la médica- “¿Cómo que estás sin operar?”. En ese momento le comentó que los pacientes sin trasladar ya estaban siendo intervenidos. “Están operando a gente que tenía menos prioridad”, denuncia Emma. 

Según cuenta, en un acto desesperado, la ourensana contactó con el conselleiro de Sanidade y la Valedora do Pobo. “Le escribí a Julio García Comesaña en dos ocasiones. Primero, le hice un escrito formal denunciando la gestión de la situación y, después, una carta en la que le contaba las vivencias personales por la que había pasado”. Comesaña contestó tras varias semanas que “me iban a operar pronto, porque ya había dos soluciones en marcha: operarnos en Vigo y alquilar un TAC”. “Al final, van diez meses y sigo esperando”, concluye.

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