Los ladrones se llevaron un botín de 600 euros y el BMW negro propiedad de Julio González

Cuatro encapuchados asaltan a un celanovés en su domicilio

Julio González muestra, en el interior de su patio, los moratones provocados por los asaltantes. (Foto: MARCOS ATRIO)
Cuatro encapuchados, con guantes y que hablaban en gallego, asaltaron en la madrugada del domingo la vivienda de Julio González González, en A Ramallosa (municipio de Celanova). Eran las dos de la madrugada cuando, a punta de pistola, sorprendieron a este vecino de 71 años, muy conocido en toda la zona por ser propietario de un bar-tienda ubicado en los bajos de la casa familiar, muy frecuentado en estas fechas por jóvenes y emigrantes de la zona.
El botín, que la víctima cuantificó en 600 euros, además de una escopeta y su coche, un BMW negro que a última hora de ayer seguía sin aparecer, no fue nada comparado con el miedo que pasó durante las dos horas que estuvo retenido en el interior de su vivienda. 'Todavía non me repoño', confesaba ayer Julito González (como le conocen en la zona) mientras atendía a su fiel clientela, al tiempo que añadía que 'pegar non me pegaron, só teño uns moratóns nos brazos de cando me agarraron, pero a sensación de ter un home apuntándome ca pistola non a vou esquecer nunca'.

Los hechos sucedían minutos antes de las dos de la madrugada del domingo cuando, tras disfrutar de una velada con unos familiares, González cerraba el establecimiento y se disponía a entrar en su vivienda a través de un patio interior que comunica ambas plantas. 'Creemos que ya estaban esperándolo bajo la escalera, tras acceder al patio tras romper el cierre que comparte con una finca colindante', explicaban familiares de la víctima, que desde hace años vive solo en la vivienda ubicada al margen de la carretera OU-0204 que comunica los ayuntamientos de Celanova y A Merca.


HUIDA

Tras apuntarle con una pistola, lo encerraron en la habitación bajo la supervisión de dos de los ladrones, mientras el resto revolvía la vivienda en busca de un botín mayor. 'Eles dixéronme que non querían facerme daño, que só viñan polo diñeiro', relataba Julio González, que aseguraba que 'eu dínlles todo o que tiña, a recaudación da caixa e algunha calderilla, pero aínda así anduveron pola casa adiante espallando todo. Ata abriron as caixas das persianas!'.

De los ladrones, sólo recuerda que eran hombres y jóvenes. 'Todo estaba oscuro porque movíanse cunhas linternas e iban tapados ata a cabeza', añadía el agredido.

Tal y como recoge la denuncia que en la mañana del sábado presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Celanova, los ladrones desistieron después de dos horas, no si antes advertirle que no llamara a nadie durante la siguiente hora o que, de lo contrario, 'volverían'. Para asegurarse, cortaron la línea del teléfono fijo, le aplastaron el móvil y, antes de salir, le pidieron las llaves del coche. 'Dínllas, que ía facer?', confesaba.

Con el miedo todavía en el cuerpo, González optó por permanecer en el interior de su vivienda y no fue hasta la mañana siguiente cuando, al recibir la visita de un familiar, le contó lo sucedido y llamaron a la Guardia Civil. 'Vinieron y tomaron huellas de todo, pero llevaban guantes así que poco se podrá hacer', confesaba la familia, que confía en que el dispositivo de búsqueda puesto en marcha por la Guardia Civil dé sus frutos y permita la localización del vehículo y, con él, la de los ladrones.

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