La empresa, que pretende simultanear la urbanización en A Farixa con su hipermercado, ya espera la aprobación definitiva del proyecto

Eroski cumple el último trámite antes de las obras

Entorno de A Farixa, donde Eroski planea su proyecto. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Lo anunciaba hace poco más de una semana y ya ha comenzado los pasos para convertirlo en realidad: Eroski reactiva la construcción de su centro comercial en la ciudad.
Para ello, el miércoles presentó en el Concello el refundido de su proyecto de urbanización, que había sido aprobado inicialmente en mayo del año pasado pero quedaba a expensas de que se efectuasen modificaciones 'no relevantes', según fuentes municipales, para que se pudiera proceder a la aprobación definitiva.

Los técnicos municipales tendrán que comprobar ahora si los ajustes realizados por la empresa atienden a los requerimientos efectuados. Los departamentos de Infraestructuras, Urbanismo, Medio Ambiente y el servicio eléctrico tendrán que informar sobre este nuevo documento y, en caso de informar favorablemente, la junta de gobierno local lo aprobará definitivamente. No obstante, según señalaban desde la propia empresa hace unos días, todo parece indicar que el documento presentado esta semana se ajusta a las exigencias municipales, relacionadas, entre otras cuestiones, con la calidad de los materiales y las zonas verdes.

La aprobación definitiva de este proyecto dará luz verde a la urbanización de la finca de Eroski, aunque el propósito de la empresa es simultanear estas obras con la construcción del centro comercial. Para ello, Eroski presentó hace ya algún tiempo el proyecto para solicitar la licencia de obra del hipermercado, si bien todavía no se le concedió, a la espera de la aprobación definitiva del proyecto de urbanización.

Así las cosas, la agilización del proyecto de Eroski en A Farixa queda ahora en manos del propio Concello. Desde el departamento de Urbanismo, la concejala Áurea Soto señala que, aunque no se pueden dar plazos, 'intentaremos facilitarlo dada la trascendencia de las obras'. No en vano, el objetivo de la empresa es comenzar los movimientos de tierra en abril y, de no ser posible por cuestiones administrativas, hacerlo lo antes posible. A partir de ahí, Eroski considera que el plazo de construcción de su área comercial comprenderá 'dos o tres años', aunque lo cierto es que las previsiones de la empresa se han ido demorando en los últimos años por distintas cuestiones.

Otro de los escollos que la empresa ya salvó hace años fue la obtención de la licencia comercial, concedida en 2003 por la Consellería de Industria, permiso del que la empresa ha tenido que ir solicitando la prórroga alegando que el retraso en la construcción del inmueble no era su responsabilidad, según fuentes próximas a Eroski.

Segundo hipermercado
Con este trámite, Eroski se adelanta en la carrera por la construcción del segundo hipermercado de la ciudad, después de Carrefour. En los últimos años, Flager y la empresa vasca han competido por esta cuestión, si bien el proyecto de Hipercor en la parcela de la Finca Santamarina propiedad de la inmobiliaria catalana está paralizado debido a que El Corte Inglés ha manifestado su intención de no adquirir una finca que mantiene una anotación preventiva en el Registro de la Propiedad derivado de los múltiples problemas judiciales de la parcela. De hecho, Flager presentó en su día un recurso contra la aprobación del proyecto de compensación de A Farixa.

Flager intenta llegar a un acuerdo con los reversionistas

Mientras Eroski intenta agilizar su proyecto comercial en la ciudad, Flager continúa con las negociaciones para evitar que su propiedad en la Finca Santamarina salga a subasta el próximo 4 de mayo. La empresa ha mantenido ya algún contacto con los tres reversionistas que reclaman su derecho sobre la propiedad, si bien hasta el momento todavía no se ha sellado ningún acuerdo, según fuentes próximas al caso. La pretensión de Flager es llegar a un acuerdo con estos reversionistas para que retiren sus reclamaciones judiciales, que son las que ocasionaron las anotaciones preventivas en el Registro de la Propiedad. Busca así liberar la parcela de El Corte Inglés y que, con el dinero que obtenga de esta empresa, hacer frente a los embargos que pesan sobre la finca y que desencadenarán la subasta. Estos embargos se derivan, a su vez, del impago a los reversionistas con los que había llegado a un acuerdo para adquirirles sus derechos sobre la finca.
De no producirse el acuerdo, la finca saldrá a subasta, valorada en 27,4 millones de euros. Si alguien ofrece el 70% de ese importe (unos 19 millones), se hará con la propiedad.

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