Un fuerte olor a gas en el inmueble número 6 de la calle Bernardo Cachamuiña, en el barrio de As Lagoas, obligó ayer al desalojo de tres familias.
Los vecinos comenzaron a percibir el olor a gas sobre las cuatro de la tarde y alertaron a la Policía Local y a los bomberos que, tras medir los niveles de contaminación que había en el ambiente, sacaron a las tres familias a la calle, al tiempo que buscaban la fuga. La mayoría del vecindario dispone de instalación de gas y los bomberos revisaron las tuberías, pero no encontraron ninguna fuga. El olor continuaba y, al final, descubrieron que procedía de la única vivienda que no está conectada a la red de gas, ya que su dueña sigue utilizando las bombonas.
Los bomberos descubrieron que en el centro de la vivienda había una estufa de butano, que era el origen del escape, al estar el capuchón de la bombona mal ajustado.
La dueña de la vivienda, que ya había sido desalojada, explicó a los policías locales que minutos antes había colocado la botella de butano en la estufa. Los bomberos tras medir los niveles de gas que había en el aire, abrieron todas las puertas y ventanas del piso, al tiempo que ajustaban el capuchón de la bombona. Los vecinos tardaron alrededor de media hora en regresar a sus viviendas. La actuación de los bomberos y Policía Local congregó a numerosos curiosos.
Los bomberos descubrieron que en el centro de la vivienda había una estufa de butano, que era el origen del escape, al estar el capuchón de la bombona mal ajustado.
La dueña de la vivienda, que ya había sido desalojada, explicó a los policías locales que minutos antes había colocado la botella de butano en la estufa. Los bomberos tras medir los niveles de gas que había en el aire, abrieron todas las puertas y ventanas del piso, al tiempo que ajustaban el capuchón de la bombona. Los vecinos tardaron alrededor de media hora en regresar a sus viviendas. La actuación de los bomberos y Policía Local congregó a numerosos curiosos.
