Manuel Cabezas convirtió una casa de baños protegida en una parcela abandonada en As Burgas

Los escombros de un ‘pelotazo’ urbanístico

Estado actual del solar de Xardín das Burgas, al lado de las fuentes termales. (Foto: Miguel Ángel)
La parcela propiedad de Xardín das Burgas pasa por ser el modelo perfecto de solar abandonado que daña un entorno sensible de la ciudad, en este caso el de las fuentes termales, uno de los puntos más visitados por los turistas. El solar de casi dos mil metros cuadrados es hoy una auténtica escombrera, tras el frustrado proyecto de hotel-balneario de nueve plantas que promovió el ex alcalde Manuel Cabezas y acabó desvelándose como un sonado ‘pelotazo’ urbanístico que casi dejó sin agua las termas.
La imagen por excelencia de un solar abandonado en la ciudad no es otra que la parcela de Xardín das Burgas, con el agravante de que se ha transformado en una auténtica escombrera a muy pocos metros de las fuentes termales de As Burgas, el punto más turístico de Ourense. El terreno no está incluido en el registro municipal de solares con el que el Concello pretende evitar la especulación y, si del casco histórico se trata, como sería este caso, salvar del deterioro la zona monumental. Ocurre que el futuro de la parcela de la antigua casa de baños ‘La Moderna’ deberá estar obligatoriamente ligado al Bien de Interés Cultural (BIC) de As Burgas, cuyo plan de actuación está aún en fase de redacción y, por tanto, pendiente también de ejecutar.

Esta es, con todo, la solución planteada por el actual bipartito para solventar lo que los ciudadanos y el propio grupo de gobierno han calificado de claro ‘ejemplo de pelotazo urbanístico’ en la polémica gestión municipal desarrollada por el ex alcalde la ciudad Manuel Cabezas: la estrategia, al final infructuosa, diseñada en el año 1999 para construir en esa parcela de casi dos mil metros cuadrados (con otros 1.530 más vendidos por el Concello a la promotora Xardín das Burgas por sólo 291 mil euros en pleno centro neurálgico de Ourense) un hotel-balneario -sólo 4.000 metros de lo segundo y 26.700 de lo primero- de nueve plantas en superficie más cuatro sótanos, al lado mismo de la Praza de Abastos y de las fuentes termales. O lo que es lo mismo, la transformación de unos derechos de edificación, que el Plan de Urbanismo cifraba en 2.300 metros cuadrados, hasta una edificabilidad de 19.232, gracias a una oportuna modificación del PXOM que incluso permitió el derribo del inmueble protegido de la vieja casa de baños. Todo ello sin contraprestación para la ciudad gracias a una oportuna recalificación urbanística que desembocó en una beneficiosa catalogación del suelo para el promotor, Basilio Martínez Serodio (administrador único de Xardín das Burgas): la parcela pasaba a ser suelo urbano consolidado, es decir, el que no tiene que ceder contraprestación alguna a cambio de la edificabilidad acordada.

Proyecto fracasado

Aquel proyecto nunca se llegó a ejecutar, finalmente porque la llegada del bipartito a la Xunta, en 2005, declaró BIC el entorno y suspendió todas las obras. Pero para entonces la viabilidad del hotel-balneario se diluía en el tiempo por el retraso que, año tras año, acumulaba la empresa, lo que le obligó incluso a renun ciar a las subvenciones públicas que había recibido por la ejecución del balneario; pero, sobre todo porque, cuando comenzó a realizar los trabajos destinados a urbanizar, un sondeo en el acuífero subterrráneo de la parcela estuvo cerca de convertir el notable caudal de las emblemáticas fuentes en un mísero hilillo de agua. Eso únicamente había ocurrido en el año 1755, cuando el trágico terremoto de Lisboa dejó prácticamente secas As Burgas durante un año.

Sólo en ese momento, cuando se produjo aquel incidente, Manuel Cabezas hasta se atrevió a cuestionar al empresario, tuvo que paralizar los trabajos emprendidos, multar a la empresa y encargar el sellado del acuífero a unos especialistas que recuperaron el caudal. Aún así, permitió que presentaran un proyecto remodelado, con dos plantas menos y semisótanos, pero donde la superficie termal se reducía drásticamente. Cabezas, en un intento de lavado de imagen de la operación, exigía a la empresa un documento técnico con los cambios y nuevos plazos de ejecución, lo que Xardín das Burgas esgrimió como nuevo convenio con el Concello para presionar al bipartito cuando llegó al poder a cumplir o indemnizar a Xardín das Burgas con 20 millonesde euros.

La cantidad, desde entonces, la ha ido rebajando pero el acuerdo con el BNG, que cogió las riendas de la gestión termal en 2007, no se ha producido. La esperanza de que esta escombrera sea recuperada pasa por la ejecución del Plan especial de reforma interior del BIC, que convierte al Concello en propietario del 51% de los terrenos -el área protegida incluye la Praza de Abastos, la vieja cárcel, los baños de Outeiro y las fuentes termales-.

Atrás quedan los nunca detallados puestos de trabajo que iba a crear Xardín das Burgas con el apoyo de Cabezas y la defensa de aquel empresario que llevó al ex regidor a cuestionar a los políticos que se dedican a otras actividades profesionales, alegando, como dijo en más de un pleno mientras gobernaba, ‘é máis fácil descansar das 24 horas do día unha parte importante, pero a aqueles que traballan 20 horas, vostede (en ese momento se dirigía al funcionario Sánchez Vidal, portavoz del BNG en la oposición) non nos entende’. Mientras, la parcela ya ni conserva todo el cierre de bloques que tuvo en un principio; la maleza se acumula y se entremezcla con las piedras abandonadas de aquella entrañable casa de baños, que desapareció de los edificios a proteger poco antes de la aprobación del PXOM 2003.

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