El estado de las canchas urbanas de Ourense: marginales y poco utilizables

Una canasta  con la parte trasera grafiteada y oxidada en el parque Barbaña. MARTIÑO PINAL
photo_camera Una canasta con la parte trasera grafiteada y oxidada en el parque Barbaña. MARTIÑO PINAL
Tableros y porterías rotas o la escasa iluminación son algunos de los problemas

El estado de las pistas deportivas en la ciudad roza la marginalidad. Sus numerosos desperfectos, roturas y pintadas recuerdan a los suburbios de grandes ciudades donde prolifera la miseria. A la infancia le queda poco espacio para desarrollarse, entre otras razones, porque hay patios de juego inutilizables, según la temporada. 

La gran mayoría de las pistas están descubiertas, por lo que las altas temperaturas estivales dificultan pasar un rato de asueto sin consecuencias. También se complica la situación en invierno: con la lluvia se generan grandes charcos o, directamente, impide el juego. 

No hace falta salir del centro de la ciudad para encontrarse con estos desperfectos. Bajo el Puente Novísimo hay una canasta con el aro metálico totalmente doblado (no cabe un balón). Además, las rayas del suelo están descoloridas y las paredes atestadas de grafitis. No es el único caso, también ocurre en las porterías del Barbaña. Las redes presentan agujeros y las estructuras que las sujetan están oxidadas y mal pintadas. A ello se suma que ni están cubiertas ni disponen de iluminación, por lo que en invierno su uso queda casi suspendido, ya que no se pueden utilizar con lluvia ni a partir de las 19,00 horas, cuando anochece. Por otra parte, la disposición de las propias canastas y porterías genera que las pelotas acaben recurrentemente en la carretera. 

Peor aún es la situación de los espacios deportivos de la periferia, a los que se suma el abandono y el paso sin freno de la maleza. 

Los vecinos se movilizaron en numerosas ocasiones para pedir que se arreglen los campos de juego, pero pocas veces fueron oídos. Mario Guede, concejal de Deportes antes de que Jácome echase del gobierno a sus socios populares, señala que “se iba  a hacer una actuación en la pista de Cabeza de Vaca y en la de Santa Mariña”, apunta. 

En cualquier caso, Lorinda Fernández, presidenta de la Agrupación Miño, explica que “muchas están en los colegios y no  a disposición del público”. Afirma que los usuarios ya están “aburridos” de hacer esta reclamación, acostumbrados a no recibir respuesta. “Esto es una demanda de hace tiempo, sobre todo en cada período vacacional. Hay mucho deterioro en las canchas y no se ve mantenimiento”, señala. 

Por su parte, desde el BNG proponen una alternativa al panorama actual de estos espacios: “Nós plantexamos o Plan de Reequilibrio Tradicional de Infraestruturas. Segundo o mesmo, os barrios teñen que contar con infraestruturas  e con servicios independentemente do seu nivel de renda”, señala el portavoz y candidato, Luis Seara.

Pepe Araújo, portavoz de Ciudadanos, critica que “existe unha desconexión total entre os veciños e o Concello. O alcalde non respecta os canles de comunicación coas asociacións e perde unha oportunidade para saber cal é a realidade dos entornos das cidades”. Apunta que “só basta camiñar polo río para ver que falta iluminación en todas as zonas e que falta todo tipo de mantemento”.

“Parece que pasó  un camión por encima de las canastas”

Carlos Pérez acostumbra a llevar a sus hijos a las zonas deportivas públicas que ofrece la ciudad, sin embargo, el estado de algunas como las de Puente Novísimo les impidieron jugar con normalidad: “Parece que pasó un camión por encima de los aros de las canastas, están totalmente doblados”, señala. “Están inutilizables”, afirma con rotundidad.

Juan y Miguel se hacen pases de balón en las canchas del Barbaña y afirman que “estamos aquí porque hoy la temperatura es soportable, pero con el calor que hace normalmente en verano es imposible, te da un golpe de calor. Si hubiese techo y sombra, otro gallo cantaría”. 

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