El Concello admite que es urgente mejorar la señalización horizontal, que afecta también a viales de las otras administraciones
Ourense fue en 2016 la ciudad gallega con más atropellos, con una tasa de 65 por cada 100.000 habitantes y mientras los políticos tratan de revertir la tendencia para dejar de ser noticia por esta lacra, muchos ciudadanos lo tienen claro. "Un simple paso de peatones cuidado debidamente ayuda mucho", dice Benito Bouzada, director de Stop Accidentes Ourense. Son muchos los que cuestionan no solo el despintado de los pasos de peatones, sino el estado de la señalización horizontal a lo largo de la ciudad.
Un repaso visual por las principales vías de la ciudad da buena cuenta de que la conservación de los pasos de peatones debe ser mejorada. Es una cuestión que el propio equipo de gobierno reconoce. "Tenemos una brigada del concello que ha empezado a trabajar por las noches en el pintado, pero donde hace años había diez, ahora hay solo tres brigadistas", resalta el concejal de Tráfico, Carlos Campos. Añade el responsable de esta área municipal que la afección ha crecido desde la aplicación de la Ley Montoro, que les ha limitado la posibilidad de contratar nuevos trabajadores .
Cuando llueve, la situación se agrava y el temor a caídas o atropellos crece. Frente al Auditorio, en la calle Emilia Pardo Bazán, Carlos Pacios vive esta situación. "Estes pasos resbalan moito cando chove e levan tempo sen pintalos e teño levado máis dun susto, así non se anda seguro", dice, aunque incide en que no es mejor la situación al acabar de cruzar: "As beirarrúas aínda están peor, moita baldosa solta", se queja. En A Farixa, los vecinos esperan por accesos más dignos, mientras Ramón Salgado se queja de que el paso de subida al instituto "é imposible que o vexan pola noite, eu polo menos nin o dou visto".
Uno de los aspectos fundamentales para explicar el mantenimiento de los mismos es que las vías de la ciudad tienen diferentes titularidades, bien sea provincial, autonómica o estatal. El Concello de Ourense solo puede arreglar la señalización horizontal en las vías de las que es propietario, mientras en calzadas como Marcelo Macías, Progreso o Vicente Risco, su labor queda limitada a lo que se refiere a paradas de autobús, aparcamiento de motos o el pintado del carga y descarga.
"Les hemos solicitado en diversas ocasiones el pintado pero de momento no hemos recibido respuesta", dice Campos, en referencia a las otras administraciones. La avenida de Zamora, con un paso "invisible" en la esquina con la calle Viso, o la Avenida de Santiago, ambas de Fomento, atesoran varias de estas "joyas de la inseguridad". Marcelo Macías, que es de titularidad autonómica, acusa todavía mayor desgaste, ya que a partir del puente sobre el Barbaña en dirección A Valenzá, no hay un solo paso de cebra con la pintura en su sitio. "Llevan un tiempo sin verse bien, y la gente cruza por donde le da la gana. Deberían hacerlos más visibles, sobre todo para aumentar la seguridad de noche", mantiene Jesús Fernández, que pasea a su perro por la zona.
OPINIÓN POLÍTICA
Los políticos inciden en el problema: "É algo estrutural, sempre se producen os atropelos nas mesmas vías, e os pasos de cebra han de cambiar", asegura Martiño X. Vázquez, de Ourense en Común. Para Javier Rey, del PSOE, "mentres noutras cidades melloran datos, aquí imos a peor. Teñen que facerse mellores pasos de peóns, e tamén cambiar os ciclos semafóricos".
Una partida de 70.000 euros anuales para un plan urgente
Recientemente, el gobierno municipal ha sacado a concurso la concesión de la señalización horizontal en las carreteras que son competencia del Concello, cuyo plazo de oferta finaliza el próximo 21 de agosto. Carlos Campos reconoce: "No damos abasto, y ahora que vamos a tener una baja solo serán dos en la brigada, por lo que necesitamos una empresa que nos ayude a estas labores de pintado, no solo de los cebreados, sino de todo tipo de señalizaciones en la calzada, que sufren el desgaste en el mismo sentido que los pasos peatonales, como líneas de carril, reservas de bus, taxis, carga y descarga, señales de stop..." Cada pastilla de un paso de cebra que repintan las brigadas le cuesta al Concello 10 euros. Un paso pequeño, de seis pastillas, estaría en 60 euros, y uno ancho, de 12 pastillas, llegaría a los 120 euros.
El montante anual al que aspiran las empresas que opten a la oferta será de 70.000 euros con dos años de contrato, más otros dos prorrogados, por lo que podría llegar a cuatro. Este contrato exige a la adjudicataria el mantenimiento de la señalizaciones viarias y la restauración de las pinturas ante el deterioro, algo que ahora no se está haciendo con la regularidad deseada.
