El incremento de inmigrantes en la provincia ha llevado parejo un aumento de casos de estafas al colectivo, relacionadas con el alquiler o compra de viviendas. Los más afectados, explican, son aquellos en situación irregular, ya que no pueden realizar la búsqueda de casa a través de una inmobiliaria. "Si las personas no consiguen una casa por los medios legales, buscan otra alternativa, porque en la calle no se pueden quedar", resalta Deysi Ramírez, presidenta de la asociación cultural Cantaclaro.
Los tipos de estafas son variados, desde empresas "fake" que desaparecen en cuanto la persona hace el ingreso de la señal a personas que realquilan pisos por encima del precio original. "Desde hace meses tenemos bastantes casos, en la provincia hay quien está especulando con las necesidades de las personas que llegan y necesitan una casa para vivir", apunta Ramírez. Desde Cantaclaro les recomiendan a los inmigrantes informarse en gestorías o asesorías con larga experiencia, así como acudir al Catastro para comprobar si las viviendas en venta existen realmente. "Después de pagar la señal los compradores reciben un supuesto contrato de compra-venta, pero cuando van a la casa, esta no existe, o el contrato era falso", explica.
De 500 a 10.000 euros
El dinero estafado puede llegar a los 10.000 euros. "Hemos tenido el caso de una familia que remodeló una vivienda desde Venezuela. Ellos enviaban el dinero y la empresa le mandaba fotos de las reformas, pero al llegar, no se había hecho nada y claro, ni rastro de la empresa", apunta Deysi Ramírez.
Recientemente, una vecina de la ciudad de nacionalidad brasileira denunció en la Comisaría ourensana la estafa de 500 euros cuando intentaba alquilar un piso. El supuesto dueño le enseñó la vivienda, pero después de hacer la transferencia económica, comenzó a darle largas, hasta no responder a sus mensajes.
Información
Desde las asociaciones de extranjeros de la provincia se recomienda pedir información veraz sobre las viviendas –a concellos, Catastro o asesorías–, así como tener "cautela". "Mucha gente se deja llevar al pensar que el precio es una ganga. Hay mucha falta de información, mucho 'alguien me dijo', y eso no es fiable", explica Ramírez. Virgilio Morello, de la Oficina de Atención al Retornado, también pide atención a las personas que envían dinero a sus países de origen a través de terceros. "Es preferible usar compañías como Western Union, y todos los negocios que se hagan es mejor no hacerlo a través de internet para asegurarse de que es legal", explica Morello, que achaca a "ingenuidad" los posibles casos de estafas.
"Hemos tenido el caso de una familia que remodeló una casa desde venezuela y al volver no existía tal reforma"
Deysi Ramírez recuerda la situación de muchos inmigrantes que llegan a la provincia, con necesidad de encontrar trabajo y vivienda, y se encuentran con numerosas trabas. "En muchas agencias no colaboran si no tienes trabajo o un cónyuge o amigo local que responda por ti", explica. Las dificultades facilitan la proliferación de negocios ilegales, en los que las posibles víctimas no pueden denunciar llegado el caso de sufrir una estafa.
Entrega 500 euros de señal y el supuesto dueño del piso se queda el dinero
Una vecina de la ciudad, identificada como R.R.D., de 34 años y natural de Brasil, denunció en la Comisaría ourensana que le estafaron 500 euros cuando intentaba alquilar una piso en la calle Jesús Soria de la ciudad. La Policía Nacional mantiene una investigación abierta con el objetivo de identificar al presunto estafador y recuperar el dinero.
Los hechos se remontan a mediados del pasado mes de enero cuando la denunciante observó un anunció a través de internet en el que ofertaban un piso en la citada calle.
"Quedé con el anunciante, abrió la puerta con llaves propias y me la enseñó encendiendo una linterna, por que no había luz eléctrica", aseguró la denunciante. Tras visitar el piso, se reunieron para entregarle 500 euros como adelanto. El dueño de la casa, un tal Carlos, se comprometió a entregarle las llaves al día siguiente, pero no lo hizo por supuestos problemas "en el juzgado". Al pedir la devolución, dejó de contestar a sus llamadas.
