Estela Bermello es una empresaria ourensana íntimamente ligada al mundo del vino. Dio sus primeros pasos profesionales en la empresa familiar recién licenciada en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid. Lleva una dilatada vida profesional en el campo de los seguros, asesorando en riesgos a empresas de la provincia. Así, decidió abrir nuevos caminos en el mundo del vino y fundó, junto con su socia, Ana Hernández, “Vino a la Mente”, una empresa en la que desarrollan actividades y experiencias sensoriales con el vino como protagonista, dejando atrás todo lo que pueda distraer la atención. Bermello y Hernández traerán “una pincelada” de sus experiencias al último Foro La Región de la temporada, que se celebrará este jueves, día 22, a las 20,30 horas en el restaurante Gastrobar San Miguel.
¿Cómo surge su vínculo con el sector del vino?
Primero destacar que el equipo de Vino a la Mente está compuesto por Ana Hernández y por mí. Las dos somos economistas y tenemos experiencia en el mundo de la empresa: Ana en el tema financiero y enológico y yo en materia de seguros, pero especializada en seguros de bodegas. Esa es nuestra formación. Las dos somos apasionadas del mundo del vino, y Ana es ahora experta en mindfulness. Y, por supuesto, mi conexión con el vino empieza en que soy ourensan, y nuestra provincia es vino.
¿Es ese el concepto innovador de Vino a la Mente? ¿Cómo se combinan el mindfulness y el vino?
Nosotras nos conocimos en un curso de mindfulness y seguimos en contacto desde entonces. Coincidimos en que queríamos hacer algo juntas y un tema que nos apasiona a las dos es el vino. Entonces, creímos que la unión de los dos puntos era perfecto. En una cata de vino se necesita atención plena para que el disfrute de la cata sea totalmente distinta. Comenzamos hablándolo por teléfono, buscamos si había algo parecido en España, que no lo hay, y fue cuando decidimos arrancar con el proyecto.
¿Qué es lo que lo hace tan único?
La cata se convierte en un ejercicio de mindfulness. Lo que hace esta técnica es que te centres en el momento presente. Esto baja los niveles de estrés, de ansiedad, y de las preocupaciones que cada uno tiene en su mente. Estar en ese momento presente es lo que hace que dirijas tus cinco sentidos a la cata de vino, y los niveles de bienestar que te produce ese momento son mayores. En una cata normal, lo que se intenta hacer es probar una serie de vinos y darle una puntuación, no se centra tanto en el proceso. Muchos de los que han pasado por la experiencia Vino a la Mente dicen que la experiencia es totalmente distinta, incluso probando el mismo vino. Logran apreciar el vino de una forma diferente. El recuerdo de una cata normal es mínimo, con estas técnicas, el disfrute y el recuerdo del vino es mucho mayor.
¿Cuáles son las experiencias que ofrece su empresa?
Por una parte están las catas urbanas, que hacemos en cualquier punto de España. Son catas de una duración de dos horas que pueden estar dirigidas a clientes o a empresas que solicitan esa experiencia. Es algo similar a lo que se hará en el Foro del jueves. Por otra parte tenemos una experiencia de bienestar que dura un fin de semana. Por ejemplo, este primer fin de semana de junio, realizamos una de estas experiencias en la Ribeira Sacra con 15 personas de Madrid. Ahora estamos trabajando para hacer estas experiencias en las cuatro denominaciones de origen que tiene Ourense.
¿Cuál es el perfil de su cliente?
Por una parte, público final, que son personas apasionadas por el vino. Además, a estos forofos les encanta visitar “in situ” las bodegas y los viñedos de toda España y complementarlo con visitas culturales. En definitiva, buscan una experiencia completa, pero con el vino como nexo. Y también está el nicho de las empresas. Cada vez más compañías hacen jornadas de “team building” o convenciones para sus empleados y nosotras diseñamos experiencias individualizadas para cada evento. Además, también tenemos productos para empresas que diseñan viajes de incentivos.
La gastronomía se puso de moda en la década de los 90. ¿Es ahora el momento de que vino el sector del vino de un paso adelante?
Creo que estamos en el momento. Es el momento de tirar hacia adelante con el mundo del enoturismo, y sobre todo en una provincia como Ourense. Para mí es clarísimo que Ourense tiene que apostar por el enoturismo, máxime cuando somos la única provincia en toda España con cuatro denominaciones de origen: Ribeira Sacra, Ribeiro, Valdeorras y Monterrei. Eso, sumado al paisaje, con la riqueza arquitectónica, con la cultura, con la gastronomía y con el vino, tenemos un paquete muy completo para presentarnos ante el mundo.
Y convertir a Ourense en un referente nacional en materia de enoturismo.
Sí. En el 99% de las actividades que hago en Madrid intento meter vinos ourensanos, salvo que el cliente escoja el vino. Allí a donde vaya, hago patria. De esta forma, estamos promocionando el territorio y nuestros caldos.
¿Y cuál es la respuesta del público?
Ourense llama muchísimo la atención. La respuesta que yo tengo es increíble. Al fin y al cabo, somos la gran desconocida, y, cuando cuento todo lo que tenemos en Ourense, la gente abre los ojos como platos porque no conocen esta riqueza. Eso sí, todo el mundo se queda con las ganas de conocerlo. Por esto, creo que es importante darnos a conocer en el resto de España.
Haciendo lo mismo que han hecho otras regiones. Se me ocurre La Rioja, por ejemplo.
Nosotros tenemos todos los elementos, o incluso me atrevería a decir que más, para atraer tanta gente como La Rioja a través de nuestros vinos. Los caldos gallegos están viviendo un momento único y tenemos que aprovecharlo. Se han recuperado variedades autóctonas muy ricas y que solo se dan aquí. Y lo bueno de este sector es que está aquí, en nuestra tierra, y nadie se lo puede llevar. Lo que nos queda es apoyarlo y mostrarlo al resto del mundo para convertir el sector en un tractor económico para la provincia.
