La Comisaría General de Extranjería y Fronteras informó de que esta mañana ha quedado en libertad la mujer rusa que denunció haber sido violada y sobre la cual pesa una orden de expulsión por estar en situación irregular.
El Gobierno había paralizado la expulsión de la mujer de 52 años, con un proceso judicial abierto tras la intervención del Defensor del Pueblo para que sea estudiada su situación.
La mujer, que se encontraba detenida en virtud de una orden de expulsión emitida en Málaga en 2010, fue puesta en libertad esta mañana a las 10:30 horas a la espera de que se aclaren los hechos, según han indicado a Efe fuentes de la Subdelegación de Gobierno.
Mientras tanto, tendrá que personarse cada 15 días en la comisaría provincial de Ourense, como medida cautelar.
La organización Aspacia, dedicada a la defensa de mujeres violadas, reclamó a la Defensora del Pueblo que pidiera la paralización de la expulsión por su situación irregular de Vera Rodozina, que se encuentra viviendo en Orense, junto a su pareja, de origen español, según han confirmado a Efe fuentes de la institución.
Vera tenía un procedimiento de expulsión desde el año 2010, aunque siguió trabajando en España y tras conocer a su pareja se instaló en Galicia, donde dice haber sufrido una violación por parte de dos hombres en marzo de 2013, según ha explicado a Efe Bárbara Tardón, de Aspacia.
Cuando la mujer acudió a urgencias para recibir asistencia por la agresión, la Policía envió un atestado contra la víctima por simulación de delito y se abrió un procedimiento judicial que continúa en marcha, ha indicado Tardón.
'A partir de ese momento empieza un infierno para Vera, la Policía va a su casa y la traslada al Centro de Internamiento de Aluche, donde permanece 48 días', sigue relatando la responsable de Aspacia.
La mujer volvió a su domicilio de Ourense, hasta que de nuevo la Policía la detuvo hace unos días para proceder a su expulsión, prevista para hoy, en el primer avión que salía hacia Rusia.
Desde la Defensoría del Pueblo se ha remitido esta madrugada una petición a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras para que se estudie con detalle todo el caso y se aplace mientras tanto la expulsión.
Vera Rogozina, de 52 años, participó en el informe 'Entre el miedo y la desprotección. Mujeres migrantes en situación administrativa irregular frente a la violencia sexual en España', presentado por Aspacia hace diez días, en el que relataba su caso, contándolo en primera persona y con el nombre ficticio de Olga.
Explicó cómo, tras violarla y golpearla, los agresores le dejaron en el monte desnuda y que llegó en ambulancia al hospital, que le remitió un mes después una factura de 893,83 euros por las tres intervenciones médicas que recibió tras la agresión.
