La cultura ourensana vuelve de nuevo, obligada, a asomarse al dolor de la pérdida. Ayer se fue Benito Losada, que más que director de la Casa da Xuventude de Ourense, ha sido el alma que la ha mantenido viva, inquieta, reflexiva y abierta al mundo, durante varias décadas.
La noticia de su muerte, golpe hiriente, congregó en el tanatorio de As Burgas a una amplia representación del mundo de la cultura, de la política sin distinción de ideologías y de la sociedad ourensana en general. Todos con un denominador común: el del sentir que se había perdido a un hombre especial, pero sobre todo, a un hombre que supo hacer amigos de los de verdad.
Durante toda la tarde de ayer, los ourensanos le recordaron ante el féretro cubierto con la bandera de Galicia y con unas imágenes suyas mostrando al hombre vital que siempre fue. Un homenaje que hoy tendrá su continuación a partir de las 19.30 horas en un acto cívico en la Casa da Xuventude.
Benito Losada falleció rodeado de la gente que lo quería y con muchas ideas aún por llevar a cabo, porque si Benito Losada se caracterizaba por algo, era por su no rendirse y seguir luchando en el cada vez más difícil mundo de la cultura en Ourense, últimamente además tan castigado con desapariciones prematuras.
La Casa da Xuventude ha sido su buque insignia. Desde ella innovó con el Outono Fotográfico, con la Banda Deseñada, con la Bienal de Caricatura, con una política de puertas abiertas a todo el que tuviera una idea que mereciera la pena. Pero además fue parte y arte del Clube Alexandre Bóveda y no había espacio ni actividad cultural que no contara con el apoyo incondicional de su presencia, dispuesto siempre a conversar sobre pasado, futuro y presente de lo humano y lo divino. Benito se fue, pero con la ventaja de saber desde hace mucho el cariño que despertaba, como ejemplo el libro homenaje en sus 25 años al frente de la Casa da Xuventude, ahora ya para siempre su Casa.
Durante toda la tarde de ayer, los ourensanos le recordaron ante el féretro cubierto con la bandera de Galicia y con unas imágenes suyas mostrando al hombre vital que siempre fue. Un homenaje que hoy tendrá su continuación a partir de las 19.30 horas en un acto cívico en la Casa da Xuventude.
Benito Losada falleció rodeado de la gente que lo quería y con muchas ideas aún por llevar a cabo, porque si Benito Losada se caracterizaba por algo, era por su no rendirse y seguir luchando en el cada vez más difícil mundo de la cultura en Ourense, últimamente además tan castigado con desapariciones prematuras.
La Casa da Xuventude ha sido su buque insignia. Desde ella innovó con el Outono Fotográfico, con la Banda Deseñada, con la Bienal de Caricatura, con una política de puertas abiertas a todo el que tuviera una idea que mereciera la pena. Pero además fue parte y arte del Clube Alexandre Bóveda y no había espacio ni actividad cultural que no contara con el apoyo incondicional de su presencia, dispuesto siempre a conversar sobre pasado, futuro y presente de lo humano y lo divino. Benito se fue, pero con la ventaja de saber desde hace mucho el cariño que despertaba, como ejemplo el libro homenaje en sus 25 años al frente de la Casa da Xuventude, ahora ya para siempre su Casa.
