Mientras en otras ciudades gallegas se producen avances, Ourense sigue debatiendo sobre cómo se debe realizar la integración urbana y, en concreto, si las vías deben transcurrir soterradas a su paso por el Empalme.
PROPUESTAS
En Ourense existen dos posturas sobre la integración urbana del AVE. Por un lado, están los que defienden el soterramiento de las vías a su paso por A Ponte (que no del edificio de la estación). La idea fue promovida inicialmente por la CEO y la Cámara, con el apoyo de colegios profesionales y organizaciones sociales, y después respaldada por el PP, y defienden que es la mejor solución para evitar la división entre ambas márgenes de la vía. No obstante, desde el bipartito PSOE-BNG del Concello sostienen que no es necesario realizar el soterramiento para poder eliminar dicha división. Su propuesta, que prevé el cubrimiento de parte de las vías, está concretada en un plan de reordenación que cuenta con el respaldo de Fomento.
VIABILIDAD TÉCNICA
Concello y Fomento alegan que el acceso del AVE desde Santiago (ya en obras para que la línea se ponga en marcha a final de 2011) y la proximidad al Miño (que marca una cota para el viaducto) impiden soterrar. Los que están a favor apuntan que el acceso de Santiago será provisional, ya que se realizará por vías más próximas al Empalme, pero Fomento prevé que las vías definitivas para viajeros estén en la zona opuesta, próxima a la calle Río Arnoia.
COSTE ECONÓMICO
La postura que defiende Fomento y el gobierno local alega que soterrar encarecería notablemente la actuación, en concreto, 400 millones de euros. Los defensores replican que costaría 35 millones, sólo cinco más del presupuesto de la actuación municipal.
EDIFICIO
La propuesta del Concello derriba el actual edificio de la estación y lo sustituye por uno nuevo, para el que el regidor ha pedido colaboración al arquitecto Norman Foster. Los defensores del soterramiento creen que no es necesario tirar el inmueble, aunque se pueda complementar con otro nuevo.
PLAZOS
Otra discrepancia entre ambos colectivos sobre la integración ferroviaria es que realizar el soterramiento supondría un gran retraso de plazos, tres años más, según sostiene el regidor ourensano. Quienes lo defienden, alegan que no va suponer ninguna demora, pues el estudio informativo del acceso a Ourense desde la Meseta ni siquiera está aprobado, además de advertir que es muy difícil que el tramo de Lubián esté en servicio en 2015, por su gran complejidad técnica. En todo caso, añaden que el AVE puede llegar igual aunque la reforma de la estación se termine más tarde (como ocurre en Valladolid), siempre que la solución que se adopte sea la mejor.
COMISIÓN
Estas discrepancias se manifiesta también entre los organismos llamados a crear la sociedad que gestionará la integración ferroviaria en Ourense: Fomento, Xunta y Concello. Mientras las administraciones estatal y local defienden el proyecto ya presentado como definitivo (aunque admitirían ciertas mejoras), la Xunta alega que la mantuvieron al margen en su diseño y no quiere aceptar un proyecto 'impuesto'. Por ello, demanda una solución de consenso La creación de este organismo (que se puso en marcha en la mayoría de ciudades donde se realizó la integración) permite agiliza los trámites y obras, al contar con técnicos dedicados sólo a esta actuación. Pero Fomento y Concello están dispuestos a prescindir del apoyo de la Xunta, que tendría que asumir una nueva estación de autobuses en el Empalme (quedaría pendiente hasta un acuerdo posterior) y el trolebús al Polígono por la línea actual, sobre el que tiene competencia la Administración autonómica y que también se pospondría.
